Pancarta junto a Mendizorroza: "Mercenarios. Arruinando el Centenario"
El club vive el momento más delicado de los últimos tiempos. Abelardo puso el grito en el cielo contra Lucas y se negocia con Calleja. El equipo tocó fondo: es último y hay mucho pesimismo.
La situación extrema del Alavés no pasa desapercibida para la afición y las muestras de malestar ya se notan en Vitoria. “Mercenarios. Arruinando el Centenario” rezaba una pancarta colocada al lado del aparcamiento del estadio ayer domingo. La mayoría de los jugadores suelen estacionar sus coches dentro del campo municipal pero, en los días de partido, ese espacio lo ocupan las unidades móviles de televisión y el autobús del equipo rival.
Esa circunstancia obliga a todos los futbolistas a dejar sus coches en el estacionamiento público por lo que es más que probable que, antes del choque contra el Celta, vieran la pancarta. El 1-3 posterior no mejoró las sensaciones por lo que los meses de abril y mayo se les pueden hacer muy largos a los futbolistas. En circunstancias similares, algunos peñistas se han personado en los entrenamientos de la ciudad deportiva o han dejado pintadas en la misma instalación.
La falta de contacto entre aficionados y equipos de fútbol está perjudicando claramente a la actividad deportiva pero, en este caso, no parece que la masa esté muy contenta con lo que ve todos los fines de semana en la televisión. Hoy se hará oficial la destitución de Abelardo, que seguramente perdonará parte de su sueldo para quitarse de en medio, y la llegada del madrileño Javi Calleja. Los que esperaban que todo se resolviera el domingo por la tarde se equivocaban.
Minutos después de finalizar el choque contra el Celta, con derrota por 1-3, el director deportivo del Alavés Sergio Fernández, ya estaba negociando con Calleja las condiciones para su desembarco en Vitoria. El madrileño, que ha trabajado en todas las categorías del Villarreal, llegará hoy a la capital alavesa para cerrar el contrato de forma definitiva. Mañana realizará el primer entrenamiento y el sábado se sentará en el banquillo de San Mamés. Para entonces, el Pitu ya estará de nuevo en Gijón con su familia. El primer objetivo será recuperar al delantero Lucas Pérez, apartado por Abelardo.