Girona y Ponferradina ponen en juego el sueño por el playoff
Los rojiblancos encadenan cuatro jornadas sin perder y los bercianos mejoran la apuesta porque llevan siete. El triunfo del Rayo en Almería les obliga a no fallar.
Montilivi puede ser juez, jurado y verdugo en la lucha por acabar la temporada en puestos de playoff. Girona y Ponferradina se citan en el feudo rojiblanco este sábado con la esperanza de seguir soñando con acabar la Liga entre los seis primeros clasificados de Segunda. Ambos conjuntos parecen estar de dulce porque mientras que los rojiblancos llevan cuatro jornadas sin caer, los bercianos suman siete (su mejor racha del curso) y tienen un objetivo común: dar caza al Rayo Vallecano, sexto. Eso sí, tras su triunfo ante el Almería (0-1) el pasado viernes, el margen de error que tienen ahora Girona y Ponferradina es menor.
El Girona atraviesa un buen momento de forma y para seguir su escalada en la tabla necesita hacer bueno el punto sumado la pasada jornada a domicilio ante el Sabadell. Los gerundenses tienen marcado en rojo este duelo ante la Ponferradina porque si vencen les avanzarán en la clasificación y darían un golpe sobre la mesa. De cara al tramo final de curso, llegar subido en la ola es crucial para no quedarte en tierra de nadie y los de Francisco no quieren seguir dejando escapar oportunidades. El técnico, que no contará con el lesionado Pablo Moreno ni con los sancionados Juanpe y Monchu, medita dar la titularidad a Bárcenas, que por culpa del Virus FIFA no jugó ni un solo minuto en los dos últimos duelos, y a Stuani. En ataque, el Girona está demostrando pegada, pero ahora donde flojea es atrás. Llevan diez partidos de Liga sin dejar su meta a cero y necesitan hacerse fuertes en Montilivi porque la Ponferradina no es de aquellos que haga prisioneros. Además, viene con ganas de romper la estadística que en sus seis visitas no ha logrado ganar ni una vez: un empate y cinco derrotas.
El bloque berciano está mostrando regularidad en las últimas fechas y espera superar ya esta jornada la barrera de los 50 puntos. Y, para ello, Bolo recupera efectivos en defensa como Paris Adot, que cumplió sanción la pasada jornada, y, previsiblemente, Pascanu, que estuvo con la selección rumana sub-21. Ambos entrarían en el once titular. Más complicado parece el regreso de Óscar Sielva, que ultima su recuperación, por lo que Larrea y Erik Morán apuntan a ser la pareja en el centro del campo. Por delante, Curro, que reapareció ante el Logroñés, podría volver al once formando en la línea de mediapuntas con Aguza y Pablo Valcarce, dejando a Yuri como único delantero. Hay madera más que suficiente en ambos conjuntos para seguir dando pasos hacia delante en una campaña remarcable, pero en la que para ser ambiciosos y mirar a Primera necesitan triunfar en Montilivi.