Sabadell y Girona se quedan en punto muerto
Stoichkov, con un doblete, puso por delante en dos ocasiones al conjunto arlequinado, pero los rojiblancos igualaron con los tantos de Gumbau y Samu Saiz, de penalti.
Sabadell y Girona firman un derbi emocionante y con cuatro goles, pero en el que ninguno de los dos logra salir catapultado hacia su objetivo. Siguen en punto muerto y es que mientras los arlequinados regresan a los puestos de descenso, los rojiblancos no consiguen estrechar la lucha por el playoff. Stoichkov, con un doblete, no fue suficiente para dejar en la lona a un Girona que parece obsesionado con jugar al acción-reacción. Igualó, gracias a Gumbau y Samu Saiz, de penalti, dos veces el duelo y en el añadido acabó festejando el punto cosechado porque Undabarrena, en el 96’, lanzó al limbo una ocasión inmejorable para firmar el 3-2. Al final, 2-2 y un punto que deja con sensaciones agridulces a los dos.
El Girona fue el que más cambios realizó (seis) en su equipo titular respecto al anterior partido de Liga y en los primeros compases le tocó luchar contra los elementos. El Sabadell salió mejor, tenía estudiado cómo hacer daño a la zaga de centrales rojiblanca y, además, Bernardo se erigió en el mejor aliado de los arlequinados. En el 8’ cometió un error incomprensible porque en lugar de despejar el balón quiso peinarlo hacia Juan Carlos, y Stoichkov, que estuvo rápido y listo, superó al meta con una vaselina al primer toque. El 1-0 espabiló al Girona y Samu Saiz se puso el mono de trabajo en defensa y el de mago en ataque. Lideró la mayoría de ocasiones ofensivas y, en el 37’, se inventó una acción de videoteca. El problema fue que se topó con la parada portentosa que acostumbra a firmar cada jornada Mackay. Tras ello, coincidiendo con los últimos minutos de la primera mitad, se vivió un intenso intercambio de golpes cuyo pistoletazo de salida fue un tiro al palo de Aarón Rey. Se demostró que Sabadell y Girona no están para especular y los gerundenses golpearon con violencia en el 44’. Arnau, que está destrozando la puerta del fútbol profesional (lleva dos asistencias en los dos partidos que ha jugado), inició la jugada y la finalizó Gumbau con un tiro cruzado desde dentro del área. Con el 1-1, los rojiblancos pecaron de exceso de relajación pensando que el Sabadell iba a dejar correr los minutos para llegar al descanso, pero no contaron con la ambición de Aarón Rey y la pegada de Stoichkov, que en el añadido firmó su doblete.
Ya en la segunda mitad, el Girona no tardó en igualar el duelo. Eso sí, VAR mediante. En el 49’, Sylla pidió penalti de Jaime y, tras la advertencia del VAR, el colegiado le atendió y señaló la pena máxima. Samu Saiz tomó la responsabilidad y no falló. Con el 2-2 en el marcador tocó volver a empezar, pero el Girona parecía que tenía mayor viento a favor. Además, Samu Saiz no dejaba de mostrarse y, en el 74’, se inventó otra acción de fantasía. Aunque volvió a toparse con un inalterable y fantástico Mackay. Ya en los minutos finales, Francisco tiró de Stuani a la espera que de volviera a ser talismán en la ‘Zona Cesarini’, pero no hubo efecto. Es más, el Sabadell tuvo la última. Pero Undabarrena no tuvo calma ni acierto.