Un nuevo Espanyol que se asocia un 61% más y mejor
El equipo de Vicente Moreno se ha reformulado, potenciando alguna de las virtudes de su plantilla para retomar la senda de la victoria y del ascenso directo.
Dos victorias consecutivas tras una senda de tres empates que zozobraban como arenas movedizas. Siete goles a favor en 180 minutos por solo uno en contra, y fruto de un penalti más que riguroso. Frente a Logroñés y Castellón, reencontró el Espanyol su camino a seguir para alcanzar el ascenso directo dentro de 11 jornadas. Y lo hizo reformulándose, potenciando algunas de las virtudes de la plantilla que parecían dormir el sueño de los justos, y superando incluso bajas de renombre.
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El Espanyol de estas últimas dos jornadas lleva la iniciativa, propone, no espera, ni siquiera cuando ya ha tomado la ventaja en el marcador. Y si bien es cierto que tanto Logroñés como Castellón integran la parte baja de la clasificación, hasta ahora el conjunto perico había especulado prácticamente lo mismo ante el tercero que frente al vigesimosegundo. Traducido en datos, el equipo de Vicente Moreno ha pasado de dar un escandaloso 61,8 por ciento más de pases buenos –de 322,2 por partido a 521,5– que en el tramo de cinco encuentros anteriores, frente a Mirandés, Oviedo, Sporting, Sabadell y Mallorca. Precisión al poder. En pases a secas ha crecido también en un 50,6%, de los 397 a los 598 de promedio.
En consecuencia, también ha mejorado extraordinariamente la posesión, de un 70,3% en estas dos jornadas victoriosas respecto al 49,2% de las cinco anteriores, o lo que es lo mismo, un 42,7% más. Y se podría caer en el argumento de achacar ese guarismo en el caso de Castalia a la pronta expulsión del albinegro (y experico) Iago Indias, pero es que precisamente el Espanyol había acaparado mucho más el balón antes de esa roja –llegando a un 80%– que después, jugando ya en superioridad numérica.
Entre los grandes titulares de este nuevo Espanyol surgen inevitablemente los nombres de Sergi Darder, autor de dos goles el pasado viernes, de Óscar Melendo, presente en casi todas las acciones que acaban en el fondo de las mallas, y de Javi Puado y Nico Melamed, uno contra el Logroñés y el otro, ante el Castellón. Y también la suplencia de Raúl de Tomás, quien solo ha participado en 45 de esos 180 minutos.
Pero igualmente destacan el bisturí de Adrián Embarba –en Castalia, acertó 32 pases de 33 intentos– o la participación en el juego asociativo de David López, Leandro Cabrera –a pesar de su error en el 1-0 del viernes, dio 73 pases buenos–, Dídac Vilà o de Fernando Calero, más en campo rival que en el propio. En definitiva, lo que ha destacado en esta reformulación es el colectivo. Y así tratará de seguir el Espanyol este jueves, en el RCDE Stadium, contra el Fuenlabrada.