De jugarse la supervivencia a luchar por ser campeón
El Atlético afrontó la pasada temporada once finales para meterse en puestos de Champions. Estaba en juego la supervivencia económica de la entidad. Ahora pelea por ganar el título.
De jugarse la vida a luchar por el sueño de ser campeón liguero. Es la situación del Atlético en lo que va de la temporada pasada a la actual. La pandemia paralizó nuestro país hace un año, también el fútbol, y el club rojiblanco vivió unas semanas de incertidumbre, casi dramáticas hasta que se reinició la actividad deportiva. El Atlético afrontó entonces once finales por su supervivencia económica, puesto que estaba fuera de los puestos de Champions. Ahora tiene por delante diez finales en los que se juega el título liguero. Parecida situación en lo referente a los partidos que restan, diferente presión.
El Atlético jugó su último encuentro el 7 de marzo ante el Sevilla (2-2). El equipo de Simeone volvió a jugar el 14 de junio ante el Athletic (1-1) en la jornada 28. El club estaba fuera de la Champions, con todo lo que ello conlleva. Getafe, Real Sociedad y Sevilla amenazaban seriamente los puestos de Liga de Campeones. La pandemia ha obligado al Atlético a reducir de manera considerable su presupuesto, de sobrepasar los 400 millones a los actuales 325. No clasificarse entre los cuatro primeros y no haber disputado esta edición de la Champions hubiera sido mortal para el club. Dirigentes, cuerpo técnico y plantilla entendieron la situación. En seis semanas afrontaron once partidos y los resultados fueron muy buenos: siete ganados y cuatro empatados (Athletic, Barcelona, Celta y Real Sociedad). Veinte goles a favor y seis en contra. Los del Cholo echaron el resto y acabaron LaLiga en tercera posición, con el objetivo cumplido. Se había salvado un momento muy complicado.
Esos partidos pueden servir ahora como espejo. Quedan siete semanas de competición liguera y diez finales. El reto ahora es otro bien distinto. El club tiene asegurada su participación en la próxima Champions y el sueño es ganar el título. La plantilla ya ha hecho los deberes que le piden los dirigentes. El Atlético tiene que acabar, por presupuesto, entre los tres primeros del campeonato. Ahora falta rematar la faena y pelear hasta el final por LaLiga. Sevilla, Betis, Huesca, Athletic, Eibar, Elche, Barcelona, Real Sociedad, Osasuna y Valladolid son los rivales.
Partido a partido el Atlético irá defendiendo su actual posición, líder, con cuatro puntos de ventaja sobre el Barcelona y seis sobre el Real Madrid. Los que quieran ver la actual situación de manera positiva tienen razones para ello: todos hubieran firmado estar así a estas alturas de torneo, líder, dependiendo de sí mismo y con sus principales jugadores en forma: Oblak, Marcos Llorente, Koke, Lemar, Luis Suárez... El Atlético, además, sabe jugar con presión. La de ahora parece un juego de niños con la de entonces. El club hubiera tenido que desprenderse de alguno de sus principales jugadores en el caso de no haberse metido entre los cuatro primeros.
Los rivales también tienen motivos para la esperanza: la distancia se ha ido reduciendo y el equipo manda señales de cansancio. Veremos. Hay coincidencia en que el parón le ha venido bien al Atlético. Estos días, si echa la vista atrás y mira lo que sucedió hace un año, se sentirá fuerte y motivado para lo que viene.