La terapia de choque de Fati, al descubierto: infiltraciones con corticoides
El jugador está dispuesto a agotar todas las opciones antes de pasar por tercera vez por el quirófano, aunque eso suponga someterse a pinchazos regulares en su rodilla izquierda.
Ansu Fati ya conoce de primera mano, tras su viaje relámpago a Lyon esta semana para pasar consulta con el cirujano traumatólogo francés especialista en rodillas, Bertrand Cottet, la situación real del estado de su menisco interno: la sutura no ha cicatrizado correctamente, ni en la primera ni en la segunda artroscopia, con el problema añadido de que una infección ha empeorado el estado de la rodilla.
Según ha podido saber AS, el especialista francés le recomendó pasar de nuevo por el quirófano para someterse a una meniscectomía, es decir, la extracción del menisco dañado, que le permitiría regresar a los terrenos de juego en un plazo de seis a siete semanas, abriéndole de esta forma la posibilidad incluso de jugar la Eurocopa y hasta los Juegos Olímpicos. Y es que con el menisco interno extirpado, la recuperación se aceleraría a pasos agigantados sin apenas riesgo de complicaciones. Eso sí, este evidente atajo implicaría posibles consecuencias a largo plazo que ahora mismo Fatu y su entorno están valorando muy seriamente.
Y es que jugar sin el menisco durante muchos años puede acabar degenerando en una artrosis o un problema grave articular, que podría poner en serio riesgo la carrera deportiva del jugador. Estamos hablando de un periodo entre ocho a diez años después de la extracción del menisco, pero en el caso de Fati, al ser un jugador de 18 años, aún estaría en plenitud de su carrera. De ahí que el trabajo de prevención y control, en el caso que le extraigan el menisco, tendría que ser ya para toda su carrera profesional, con el fin de minimizar el desgaste articular.
Consciente de esta amenaza, Fati quiere agotar sus últimas opciones de esquivar el quirófano. Se ha puesto en manos de los servicios médicos del FC Barcelona en una última 'intentona' para solucionar sus problemas en la rodilla izquierda. Según ha podido saber este diario, el jugador ha aceptado someterse a una terapia de artrocentesis durante las próximas dos semanas, contando desde este jueves, que consiste básicamente en infiltraciones de corticoides con el fin de rebajar el dolor y la inflamación de la rodilla, además de una serie de punciones puntuales para extrarle el líquido sinovial producto del derrame. A estas infiltraciones, se le está sumando una carga de trabajo mayor para ver la respuesta de la rodilla. La valoración final respecto a esta última terapia de choque se hará de aquí a unos diez días.
En el club son ciertamente pesimistas, aunque no cierran del todo las puertas a un 'milagro', pero ahora mismo la opinión generalizada es que la mejor solución a los problemas de la rodilla de Fati es la extracción definitiva del menisco. Y a partir de aquí, un trabajo de prevención a lo largo de su carrera para evitar que la ausencia del menisco interno acabe derivando en una lesión degenerativa crónica.