El férreo muro de Lopetegui
El conjunto sevillista encajó sólo 21 goles en esta Liga y firma de esta forma su mejor registro en este parámetro en los últimos 18 años. La defensa de Lopetegui está funcionando.
EI Sevilla es el segundo equipo de LaLiga que menos goles recibe después del Atlético de Madrid. El logro no parece simple. Y lo es aún menos cuando hay que remontarse al año 2002 para ver esa cifra de 21 goles en contra a estas alturas de campeonato. Con Julen Lopetegui a la cabeza, el cuadro nervionense firma su mayor firmeza defensiva de los últimos 18 años. Un muro infranqueable que se convirtió en pesadilla para la mayoría de sus rivales en esta Liga.
Lopetegui quiso fabricar un sistema de fiabilidad desde que llegó a Nervión. Para ello tuvo como aliado a Monchi, que revolucionó el centro de la zaga con los fichajes de Diego Carlos y Jules Koundé, ahora convertidos en determinantes y con un valor de mercado multiplicado año y medio después de aterrizar. Pero sus dos centrales titulares no tienen toda la responsabilidad, sino que también encuentran la voluntad de un colectivo que no dudó en creer en esa apuesta de su entrenador basada en el pilar de la presión.
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Otro de los focos de esta fortaleza está en la portería. Bono irrumpió como titular indiscutible y lidera la meta sevillista con apariciones salvadoras en numerosos duelos. Sus defensores confían en su papel de líder en un área pequeña casi vetada para los rivales. Vaclik también tuvo tiempo de juego y el checo encajó cinco goles en los cuatro partidos que jugó.
Lopetegui creó una columna vertebral liderada por Koundé, Diego Carlos y Fernando, siendo el brasileño una pieza dinámica en su dibujo y capaz de dotar de más equilibrio a todo el bloque. Hasta trece porterías a cero en un curso que debe llevar al equipo de nuevo hasta el premio de la Champions League.
Monchi y Lopetegui forman una alianza común para seguir apuntalando líneas de mejoría en este Sevilla a la caza de una mayor eficiencia también a nivel defensivo. Dmitrovic está atado para el próximo curso en la portería y peleará previsiblemente con Bono por un sitio en el once. Habrá más revoluciones en la zaga a la espera de que el mercado tantee de nuevo a Koundé. Pero el muro, de momento, resiste.