El club de los blanquivioletas olvidados
Kike Pérez, Waldo Rubio y Toni Villa, los tres ex de Los Anexos, llegan al parón habiendo perdido peso en los planes del Real Valladolid.
El parón de selecciones y el hecho de que el Real Valladolid visite al Barcelona en lunes hará, si el coronavirus lo permite, que dicho encuentro coincida con el cumplimiento de los dos meses desde la última aparición de Waldo Rubio y Toni Villa, inéditos desde la dolorosa derrota ante el Alavés. La profunda caída en el ostracismo de ambos futbolistas, así como la importante pérdida de protagonismo de Kike Pérez, ha coincidido con las mejores sensaciones de un equipo cuya cantera ha desaparecido en las últimas semanas.
En puridad, ni Kike ni Waldo podrían llamarse canteranos, si bien sí pasaron por Los Anexos, desde donde dieron el salto a Zorrilla. Este, recientemente, ha sido, como mínimo, contenido por el paracaídas de los resultados. Al abrigo de la reciente mejoría, Sergio González ha optado por Míchel antes que por el mediocentro manchego en los últimos partidos, condenado a jugar en la mediapunta antes del retorno del 4-4-2 o, incluso, en la banda izquierda en los últimos minutos frente al Sevilla. Por su parte, Waldo ha quedado relegado al último lugar en la rotación.
Así lo constata el hecho de que sea el futbolista con menos minutos de la plantilla, a excepción de Kenan Kodro. Titular en cinco de las ocho primeras jornadas, apenas ha disputado 12 minutos en lo que va de 2021, y por su extremo izquierdo han pasado unos cuantos futbolistas en su ausencia. Como él, próximamente cumplirá dos meses sin jugar otro jugador que se desenvuelve a menudo en ese lado, un Toni Villa carente de posibilidades desde aquel cinco de febrero en el que el Pucela tocó fondo.
Perdido tras la catarsis, el murciano llegó a encadenar seis y nueve partidos seguidos, en los que, sin embargo, sus titularidades no se sucedieron. A menudo perdido en la banda y sin que se le haya descolgado el sambenito de los números, apenas ha salido siete veces de inicio en lo que va de curso, situación a menudo reseñada por aquel sector sector de la afición que defiende su calidad. Presidente del club de los olvidados blanquivioletas (con el permiso de Waldo), es el principal exponente de una cantera que ha perdido peso con las ventas de Salisu y Calero y la salida de Anuar.