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SEVILLA

El salto de calidad de Óliver

Es el quinto jugador con más partidos esta temporada y el segundo máximo asistente en este Sevilla, pero su rol sigue variando tras cada jornada.

Óliver Torres, ante el Elche.
MIGUEL MORENATTIDIARIO AS

Julen Lopetegui eligió a Óliver Torres cuando aterrizó en el Sevilla. Fue uno de los nombres que Monchi cazó a sabiendas que su alianza con el técnico podía ser decisiva. Y así fue: el vasco fue uno de los motivos por los que el atacante vino a Nervión y su confianza se ve reflejada en sus oportunidades sobre el césped. Es el quinto jugador que más partidos disputó en este Sevilla en la presente campaña y sólo Joan Jordán suma más asistencias que él. Todo un puñado de notables cifras que sin embargo siguen sin darle un papel protagonista en este equipo.

La polivalencia de Óliver le entrega un rol móvil en el esquema de Lopetegui. Puede organizar el juego, puede llegar a posiciones más avanzadas, puede jugar escorado en el flanco izquierdo o puede iniciar la construcción desde atrás. Puede ser un seis y también un diez. Lo sabe Lopetegui, que no duda en tirar de su fiabilidad en muchos duelos, pero la dura competencoa obliga a que sea también secundario cuando la ocasión así lo presenta. Fernando, Jordán y Rakitic suman más tiempo de juego que él, aunque en las últimas jornadas mostró un nivel elevado respecto a la versión del croata sobre el césped. Su candidatura a tomar más peso en este Sevilla está sobre la mesa, sobre todo cuando el técnico lo ubica al mando del panel de operaciones, con libertad para dirigir el juego sin estar sometido a obligaciones inesperadas cerca de la banda.

La irrupción de Papu Gómez fue precisamente un aliciente con doble sentido para Óliver Torres. El argentino supuso competencia pero también un hilo de alianza para perfeccionar el dibujo de Lopetegui. Óliver ya no suele ser usado como baza de tres cuartos en ese flanco izquierdo y Papu Gómez ejecuta esa tarea con asiduidad pese a que termine siempre tirando diagonales y uniéndose a la construcción por el centro. El nuevo contexto en Nervión invita a Óliver a ser determinante y su salto cualitativo está presente: jugó los dos últimos partidos de Liga de su equipo y es un arma al alza para Lopetegui de cara al final de curso.