OCTAVOS (VUELTA) | CHELSEA 2 - ATLÉTICO 0 (3-0)
Kanté 'sonríe' ante las dudas
Las bajas de Jorginho y Mount hicieron que el francés y Ziyech fuesen titulares. Ambos respondieron con nota al reto y fueron de los mejores ante el Atleti.
Thomas Tuchel afrontaba el choque de vuelta ante el Atleti con dos bajas notables, Mason Mount y Jorginho. El primero ha enterrado la etiqueta de ojito derecho de Lampard y es el indiscutible motor de los Blues. En tanto que el segundo ha encajado en el esquema de su nuevo técnico a la perfección, apagando la luz de N'Golo Kanté y colocándole en un sorprendente segundo plano. Por ello, la ausencia del italobrasileño se presentaba como una oportunidad de oro para el pivote francés.
Un examen que Kanté aprobó con nota. Acompañado de Kovacic hicieron las veces de artificieros y desactivaron por completo el centro del campo rojiblanco. La premisa era clara, presionar y presionar para no dejar respirar. Uno de los que más sufrió la tela de araña londinense fue Marcos Llorente, que no pudo explotar su físico como sí hace en LaLiga. Sin Mount y Jorginho, Havertz es un futbolista mucho más vertical y participa menos en la creación y el internacional francés no rehuyó la distribución.
En un esquema con tres centrales rocosos como el que plantea Tuchel, los centrocampistas deben manejar el balón con solvencia y N'Golo demostró estar preparado para ello. Después de Azpilicueta fue el jugador que mayor número de pases completo, con 71 (el español acertó 78). Falló solamente diez, dando lugar a un notable 88 % de acierto. Y de nuevo tras el capitán, fue el segundo futbolista que más balones tocó, con 97, a tres del Navarro y por delante de los 87 de su compañero en la sala de máquinas. Todo ello lo adornó con dos balones robados, cuatro duelos de siete ganados y dos intercepciones. Además del sinfín de intangibles que le han hecho ser considerado uno de los mejores centrocampistas defensivos de los últimos años.
En definitiva, ante la adversidad, Kanté mostró su mejor sonrisa. Esa que no le abandona a pesar de las dudas que pudiera haber tras su cambio de estatus en la plantilla. En la Premier League solamente había sido titular en cuatro de los nueve partidos que ha disputado, mientras que en la ida contra el Atleti tampoco formó parte del once titular. No ha mostrado su disconformidad en ningún momento y ha hablado donde siempre lo ha hecho, en el campo. Ahora, Tuchel tiene la pelota en su tejado. Un problema que, si bien bendito, no deja de ser problema.
Ziyech, la otra reivindicación
Antes hablábamos del hueco de Mount, el cual ocupó Havertz, pero Tuchel tenía claro que las opciones de su equipo pasaban por el contragolpe y decidió jugar con Werner de '9', entregando al denostado Hakim Ziyech las riendas de la redención. El Chelsea quiso ser supersónico y para ello mejor prescindir de Giroud, héroe de la ida pero mucho más estático. En poco más de media la apuesta se demostró correcta y una jugada a balón parado a favor de los rojiblancos terminó en bofetada. Havertz habilitó a la velocidad de Werner y este a un Ziyech que llegó antes que el repliegue. Solo ante Oblak, no falló.
El marroquí empezó el curso lanzado tras ser un fichaje de campanillas, pero perdió el paso hasta replantearse su continuidad. En los últimos partidos parece que Tuchel ha querido reactivarle y el choque ante el Atleti podría ser el trampolín definitivo. Además del gol fue un quebradero constante de cabeza para la defensa colchonera. Recibió la nota más alta en el portal estadístico SofaScore, un '7.9' y rozó el doblete con un zarpazo marca de casa que Oblak hubo de mandar a córner. Acertó los tres pases largos que intentó, una de sus especialidades, y de haberse disputado el choque con público hubiera levantado el runrún de la grada a cada toque de balón. Las dos bajas del Chelsea se convirtieron en soluciones y, sobre todo, en reivindicaciones.