Eterno Modric
Hizo de Casemiro ante la Atalanta con cifras de especialista defensivo y con 35 años su próxima renovación carga de razón a Zidane. Desde 2018 sólo se ha perdido seis partidos...
Luka Modric empieza a adquirir aureola de animal mitológico, casi de unicornio blanco. Cada pata de gallo que le sale embellece su fútbol y lo hace más completo si cabe. Contra el Atalanta exprimió su físico como titular por decimocuarta vez en los últimos quince partidos del Real Madrid (ha jugado 35 de los 37 del equipo blanco este curso) y se dio el lujo de hacer de Casemiro y que no se notase el cambio lo más mínimo.
Sin el brasileño, Modric se dedicó a hurtarle la cartera a Gasperini. Lo mismo se veía atrás haciendo de improvisado lateral derecho que mordiendo arriba como un torbellino. Por ahí vino su magistral intercepción de espuela que canjeó por la asistencia a Benzema del 1-0. Hasta 16 balones recuperó, el que más del partido, siete más que el siguiente, Kroos, su compañero de tándem... Casemiro pudo ver el partido relajado gracias a los números, dignos de un especialista defensivo y que parecen impropios de un su constitución física. Eso es parte de su encanto y de la inteligencia con respecto al juego, que carga de razón a Zidane en su idea de utilizar y utilizar a Modric sin mirarle la fecha de nacimiento.
Modric tiene apalabrada su renovación por una temporada más, pero parece hasta poco tiempo. La tradición del Madrid, impuesta con lógica por Santiago Bernabéu, de renovar año a año a los jugadores treintañeros, parece desfasada en el fútbol actual. El Madrid devolvió eliminado a Bérgamo al Atalanta con goles de Benzema (33 años), Ramos (34) y esa noche imperial de Modric (35), el viejo de la plantilla. Karim auguraba el pasado lunes que con las técnicas modernas se puede jugar en la élite "con 39 años" y el croata navega en esa línea. Igual es el momento de inventar las renovaciones vitalicias...
En manos de un gurú kinesiólogo
La fiabilidad de Modric es palpable. Desde marzo de 2018 sólo se ha perdido seis partidos por lesión, el mejor aval para convencer al club de que su físico no es un impedimento. Es más, en nueve años en el Madrid ha jugado siempre más de 40 partidos por curso salvo en dos, la 2014-15 (por una rotura muscular) y la 2016-17 (a causa de un problema de rodilla que le tuvo 39 días de baja). El secreto de Modric está en la mente de un gurú croata de la preparación física, Vlatko Vucetic, catedrático de la Facultad de Kinesiología de Zagreb. Con mimo le preparó al centrocampista un plan específico de recuperación de esfuerzos y de alimentación y Luka lo cumple con espíritu estajanovista. "¿Qué edad futbolística me veo? 27 años", decía entre risas el croata. "Tiene 35, pero no se le notan", apuntaló divertido Zidane. Bien lo sabe, porque se retiró más joven que su pupilo, con 34 años.
“Si Luka quiere ser entrenador lo será, porque lo lleva dentro”
Quién mejor, por tanto, para percibir que el pasaporte biológico de Modric, por reutilizar el término, no caduca. El 10 del Madrid ha congelado el reloj y sigue exprimiendo su inteligencia futbolística. La que quiere aplicar en el futuro como entrenador, el objetivo que tiene en el horizonte tras la retirada. "Si quiere ser técnico lo será, porque lo tiene dentro", confirmó anoche Zizou. Quien sabe si, como hicieron Zidane y ahora Raúl, arrancando desde La Fábrica...