El Leganés eleva la autocrítica
Plantilla y banquillo entona el mea culpa tras los dos últimos tropiezos e inician una conjura para recuperar el ímpetu que gobernó con el retorno de Garitano.
El vestuario del Leganés ha elevado el volumen de la autocrítica. Los dos últimos tropiezos frente a Cartagena (derrota 2-0) y Castellón (empate a cero) han sumido al cambiador en una reflexión común que apunta a las propias responsabilidades y la necesidad de retomar la hoja de ruta con la que se consiguieron cinco triunfos consecutivos.
Saben los futbolistas y cuerpo técnico (Garitano lo repite como un mantra) que la Segunda División es categoría compleja, especialmente en este tramo final del campeonato en el que cada partido se convierte en batalla por arañar cualquier punto. También sabe el Leganés que el efecto sorpresa con la llegada de Garitano se ha desvanecido. Los rivales ya saben cómo juega éste equipo.
Pero frente a este panorama, emerge un discurso común: cero excusas. Primero, porque se admite que en estos dos últimos partidos no se ha jugado siguiendo el patrón establecido. Ha habido rutinas y mecanismos que no se ejecutaron como se había planeado. La presencia en bandas, las líneas adelantadas o la presión a la salida de balón rival son algunas de ellas.
Recuperar el plan y el vigor
También se asume que el equipo debe empezar más enchufado frente a rivales que suben su nivel de intensidad cuando el escudo del laurel es el enemigo. Dicho con otras palabras: recuperar la fe, empuje e ilusión que sí se mostraba en cada choque, en cada balón dividido, en cada acción que antes sí se lucía, cuando la llegada de Garitano pareció revitalizar a un plantel que, en lo físico, insisten, no tiene problemas de cansancio.
“No vamos a poner excusas, no hemos estado bien”, repitió el entrenador acabado el duelo del sábado ante el Castellón asumiendo, en primer lugar, ese discurso de autocrítica. “Las sensaciones no son buenas. Eso quiere decir que tenemos hambre de ganar. De seguir puntuando. De seguir creciendo”, le secundó antes Rodrigo Tarín en la flash interview en los medios del club.
Ahora el objetivo del bloque es el de recuperar ese vigor y reencontrarse con las herramientas para hacer de esta conjura un punto de inflexión con el que mirar de frente y con eficacia los próximos seis partidos.
El Leganés inicia ahora un mes infernal (dos duelos en casa, cuatro salidas entre ellas frente a Almería, Mallorca y Espanyol) que será clave para saber si está en condiciones de batallar por el ascenso directo o si su máximo objetivo será garantizar la mejor plaza posible en el play-off de ascenso.