Orellana ya ejerce de líder
El chileno, que llegó para ser la bandera del Real Valladolid, ha mejorado su rendimiento en los últimos partidos y lidera varias estadísticas blanquivioletas.
Cuando AS adelantó el fichaje de Fabián Orellana en el mes de junio por el Real Valladolid las expectativas sobre el rendimiento del chileno eran altísimas. Se entendía que el internacional suramericano, con su experiencia, daba ese salto de calidad del que se hablaba en el club y podía líderar el tercer proyecto de Ronaldo en Primera. Sin embargo, acostado sobre la derecha, sobre la banda de su pierna natural y obligado a ayudar a su lateral, el veterano futbolista estuvo lejos de su mejor versión y pese a ello volvió a la selección.
Apenas anotó dos goles en la primera vuelta, y ambos de penalti, en los dos primeros encuentros que los vallisoletanos ganaron en Zorrilla. Se estrenó en ante el Athletic en la jornada 9 y repitió en la 13 ante Osasuna en casa, pero su aportación estaba lejos de lo que se esperaba de él. Aparecía poco, no participaba, ni aportaba lo que se esperaba de él.
Sin embargo, en el último mes, el chileno ha empezado a encontrarse mejor. Ha jugado más en la banda izquierda y participa más. Tuvo una ocasión muy clara ante el Real Madrid, que despejó milagrosamente Courtois, marcó ante el Celta e hizo un partidazo ante el Getafe, iniciando las dos jugadas de los goles y realizando su mejor partido como pucelano.
De esta manera, Orellana es el segundo goleador del equipo, con tres tantos, como Marcos André y Plano, sólo por detras de Weissman que ya suma cuatro, mientras que lidera la clasificación de disparos a portería, con 13, seguido de Weissman, con 11, y Sergio Guardiola y Marcos André, con ocho. Además, el chileno cuenta con dos asistencias de gol y es el único jugador de la plantilla apercibido de sanción, ahora mismo, ya que acumula cuatro tarjetas. Todos estos datos indican que el chileno se va acercando al jugador que se esperaba que fuera y que en las 12 jornadas que faltan debe ser fundamental para conseguir la salvación blanquivioleta.