Keko y Alex Bergantiños dan vida al Deportivo
El Deportivo, que fue mejor pero que acabó sufriendo, se llevó el derbi con un golazo de Keko en el minuto 5 que casi condena al Pontevedra al descenso.
Deportivo y Pontevedra disputaban el derbi de la angustia. Un partido a todo o nada cuya recompensa era escapar del temidísimo descenso. Y la batalla se la llevaron los blanquiazules, mejores en el partido y decisivos en los momentos claves. Primero con Keko Gontán, que hizo un golazo en el arranque que acabó valiendo el preciado tesoro de los tres puntos. Y a tres minutos del final, Lucho García con una espectacular parada que evitó el empate granate. Y entre medias, Álex Bergantiños. El canterano volvía al once cuando el barco se hundía y, como gran capitán que es, dio ritmo al ataque y cimentó la defensa. Enorme. Tres nombres para tres puntos que le dan al Depor cinco de ventaja y el golaverage sobre un Pontevedra que fue la cruz. La imagen de la impotencia con un futuro realmente negro en lo que queda de liga. Los granates están abocados a un milagro para no descender tan grande como el que necesita el Deportivo para meterse entre los tres primeros.
El duelo arrancó con sorpresa en los onces. En el de Rubén de la Barrera destacó la triple ausencia de intocables. Mujaid y Uche al banquillo, Borges a la grada por una lesión en el último entrenamiento. Luisito, por su parte, rompió quinielas al sentar al meta Mario y dar entrada a Álvaro Cortés. Pero la gran revolución estuvo en el inicio del encuentro, con un Depor suelto y llegando con facilidad. Aviso para empezar de Borja Galán, golazo a los cinco minutos de Keko Gontán con un zurdazo con rosca de alta escuela. Toda una noticia para un equipo que había marcado un tanto en las últimas siete jornadas. Poco a poco el Pontevedra se repuso del golpe por obligación, comenzó a estirarse e incluso a apretar por momentos. Todo ante un Depor agarrado a Álex Bergantiños que intentaba no perder de vista la portería granate, aunque su mayor virtud era anular al rival. Más disputa, más nervios y más imprecisiones para veinte minutos finales en los que un lejano disparo de Rufo fue toda la pólvora que mostraron ambos equipos.
Y si en el primer tiempo salió mordiendo el Depor, en el segundo fue el Pontevedra, tanto en el campo como en banquillo, con un triple cambio de Luisito en el minuto 48. Un todo o nada con tres jugadores arriba porque el obligado objetivo no era empatar, era ganar. Los coruñeses, por su parte, basaban su plan en esperar e intentar alargar las posesiones con la intención de llevar el ritmo y buscar espacios cuando la presión granate se desajustaba un poco. Sin tanta urgencia, pero sin recular porque la distancia en el marcador era mínima. Y con todo en el alambre y sin ocasiones nítidas se entró en el tramo final, en el momento de la verdad. Tuvo Lara la sentencia, pero su remate salió cruzado. Los de Luisito, por su parte, solo encontraban la vía del balón parado. Y en un córner en el 87’ llegó un remate de Adrián Cruz que salvó Lucho, hasta ese momento dubitativo, con una mano espectacular. Una parada clave, casi tanto como el gol de Keko, para acabar con el sufrimiento y dejar a los grantes prácticamente hundidos.