La FIFA archiva la causa contra Beckenbauer por prescripción de los hechos
El procedimiento por presuntas irregularidades financieras en la concesión a Alemania de la organización del Mundial 2006 se inició en marzo de 2016.
El Comité Independiente de Ética de la FIFA ha archivado la causa contra los alemanes Franz Beckenbauer, Theo Zwanziger y Horst Schmidt por presuntas irregularidades financieras en la concesión a Alemania de la organización del Mundial 2006.
El procedimiento se inició en marzo de 2016, cuando la FIFA concluyó que Beckenbauer, máximo responsable del Mundial 2006, y los exdirigentes de la federación alemana (DFB) Zwanziger y Schmidt habían violado la normativa anticorrupción debido a un pago de 10 millones de francos suizos (unos 9 millones de euros) realizado por el comité organizador a Mohamed bin Hammam en 2002.
"Este pago estaba vinculado a la aprobación de una contribución financiera de 250 millones de francos suizos asignados y pagados por la FIFA al comité organizador del Mundial de Alemania entre 2002 y 2006", recordó este jueves la FIFA en su resolución.
Los investigadores creen que ese dinero fue una devolución oculta vía FIFA al entonces presidente ejecutivo de Adidas, Robert Louis-Dreyfus. En 2002, una suma similar fue transferida de una cuenta del presidente del comité organizador, el propio Beckenbauer, y de su mánager de entonces a una cuenta en Catar de una de las empresas de Mohamed Bin Hammam, suspendido de por vida por la FIFA por cargos de corrupción. Lo que ocurrió con ese dinero todavía se desconoce.
Al calcular los plazos de prescripción relativos a este caso, el Comité de Ética ha dictaminado que el inicio de dicho plazo no debía empezar a contar en 2006, cuando se celebró el Mundial, sino años antes, concretamente en el "momento preciso de la conducta de cada implicado".
"En consecuencia, el órgano jurisdiccional dictaminó que el plazo de prescripción correspondiente expiró en 2012 en el caso del Sr. Beckenbauer y en 2015 en los casos de Sr. Zwanziger y el Sr. Schmidt, lo que implica que su conducta ya no puede ser perseguida de conformidad con el artículo 12 del Código Ético de la FIFA", argumentó el organismo.