El efecto Pacheta remonta partidos

El Huesca de Pacheta se engancha a la lucha por la permanencia gracias a una remontada que carga los ánimos del equipo de Pacheta. El entrenador burgalés le ha cambiado la cara al colista y lejos de caer en el desánimo tras un tanto inicial, golazo el de Quina, le dio la vuelta al encuentro con los goles de Escriche y dos jugadas de estrategia finalizadas por Pulido y Foulquier en propia puerta. El Granada reaccionó en la segunda parte con la entrada de varios titulares como Yangel, Machís y Molina y recortó diferencias por medio de Soro, pero no pudieron igualar el choque, mete al farolillo rojo en la pelea por seguir en Primera.

Los de Diego Martínez presentaron ocho cambios respecto al equipo que ganó por 2-0 al Nápoles, demostrando que tienen la cabeza puesta en el partido de vuelta que se disputará en el Estadio Diego Armando Maradona. El técnico visitante quiso dar aire a su equipo tras ser el equipo que más partidos ha disputado en toda Europa y el aire fresco le vino bien a los andalauces, ya que en la primera acción peligrosa del partido Domingos Quina se inventó una buena jugada dentro del área, que acabó cruzando ante Álvaro y el balón fue inalcanzable para el meta local, abriendo el marcador a los ocho minutos.

El Huesca reaccionó con una jugada que acabó con penalti y amarilla para Rui Silva tras ser revisado por el VAR. En una pugna entre Escriche y el meta visitante, el delantero de Burriana remató y su balón se fue al larguero, pero antes Rui Silva le soltó un golpe al delantero que fue analizado por Soto Grado en la pantalla y pitó la pena máxima. Rafa Mir fue el encargado en lanzarlo, y su tiro se topó con el palo. Dos postes en la misma jugada que demuestran que los colistas cuentan con un lastre de suerte que pesa mucho. El delantero murciano, lejos de desistir buscó más alternativas y robó un balón con el que intentó sorprender, otra vez sin suerte.

Pero para luchar contra la fortuna está la mentalidad que impone Pacheta a sus equipos y en este caso con un jugador que encabeza su secta, Dani Escriche. El delantero no había marcado en 26 partidos que acumulaba con el Huesca, pero creyó como le dice su entrenador y marcó con rechace incluido el gol del empate. El tanto dio alas a los altoaragoneses y en una jugada de estrategia, Mikel Rico prolongó un saque de esquina de Galán y Jorge Pulido remachó la acción para dar la vuelta al partido. Una pizarra que aún le daría más rendimiento a los oscenses, ya que en otro saque de esquina Foulquier en propia puerta hizo el tercero, que ponía a los altoaragoneses con una ventaja que solo habían logrado en toda la temporada en el partido de ida ante el equipo nazarí.

El técnico visitante introdujo un doble cambio en el descanso, apostando por la dinamita de Darwin Machís y Jorge Molina. Unas sustituciones que le dieron aire al Granada, que redujo diferencias en el minuto 60. Un pase en profundidad que buscó con valor el aragonés Soro y que marcó tras un fuerte golpe con Álvaro que dejó tocados a los dos jugadores. Los andaluces jugaron con los medios del farolillo rojo y con la ansiedad de un equipo que se veía ante una oportunidad única. Los locales supieron aguantar y se llevaron el triunfo que aumenta en seis los partidos sin victorias para el Granada, que piensa ahora en Europa y en su partido de vuelta en Nápoles.