Garitano pica a la delantera del Leganés en su batalla del gol
El entrenador del Leganés ha hecho saltar por los aires las jerarquías existentes hasta su llegada. Ya no hay arietes fijos y pese a jugar con un solo ‘9’, el rendimiento ha mejorado.
La imagen tenía algo de surrealista. Ver a Borja Bastón en el banquillo de este Leganés venía a ser una anormalidad. Un suceso sorprendente. Porque con José Luis Martí el delantero madrileño lo había jugado todo incluso en aquellas semanas en las que su rendimiento en el área rival (la prueba del algodón para todo ariete) se había alejado de las expectativas. Pero llegó Garitano y con él se acabó la titularidad garantizada. Borja se pasó tres partidos en el banquillo y los dos primeros ni salió al césped. Parecía defenestrado. Ni mucho menos.
El miércoles, en el partido más relevante de los cuatro disputados en esta era del Garitanismo 2.0, Borja fue titular frente al Almería junto a Sabin Merino. Jugó 79 minutos de brega y oportunidades que se coronaron con el gol que dio el empate a los pepineros. Quizá el mejor tanto de los cinco que ya anotado este ex de Atlético, Depor, Zaragoza, Eibar, Málaga, Swansea o Aston Villa entre otros. Un cabezazo forzado en plancha tras un buen centro de Jonathan Silva que puso el empate apenas reanudada la segunda parte. Gol clave. Golazo. Borja lo cantó en un grito infinito que tensó sus músculos y liberó su ansiedad por tanto banquillo reiterado.
Cinco delanteros y sólo dos escogidos
Garitano ha fomentado un intenso pique en la delantera que, lejos de mermar su rendimiento, ha espoleado los números y el juego de los atacantes blanquiazules, que son muchos (hasta cinco) y muy buenos: a saber Sabin Merino, Borja Bastón, Miguel, Juan Muñoz y Brandon, que llegó en enero para suplir a otro delantero, a Michael Santos.
Con Martí la fórmula era clara: jugaban dos y uno de ellos era casi siempre Borja (1.565 minutos, 18 titularidades). El segundo atacante de la alineación rotaba entre dos nombres (tres hasta que Santos desapareció del radar). A saber, Sabin Merino y Juan Muñoz, aunque el primero era casi siempre el escogido.
La pizarra del ex entrenador pepinero albergaba dos delanteros (jugaba con 4-4-2) que pasaron a ser sólo uno cuando apareció Garitano. El de Bergara siempre ha confiado más en el 4-2-3-1 con un solo ariete de referencia. Una solución que, a priori, con tanto delantero, se antojaba problemática. ¿Qué hacer con seis delanteros cuando sólo puedes alinear uno? Su respuesta: rotar y alimentar la batalla por la titularidad.
El baile de pólvora
Comenzaba el baile de pólvora. En los dos primeros partidos del retorno de Garitano jugó Sabin Merino de inicio (dos goles en esos dos encuentros) con Miguel (sin apenas minutos con Martí) como recambio habitual. Borja se quedó a cero en esos choques. También Juan Muñoz y Brandon. En el tercero contra el Albacete fue el propio Miguel el que jugó de inicio (no lo había hecho hasta entonces en Liga) con un gran partido al que sólo le faltó el gol que casi logra en una vaselina que desbarató Tomeu Nadal.
En ese duelo Borja fue el sustituto de Miguel para disputar sus primeros minutos bajo el mando de Garitano. Sabin también salió, pero convertido en extremo izquierdo. Fue así como marcó el gol del 3-1, el tercero de su cuenta tras la llegada de Asier y octavo de la temporada. El pique seguía.
Combate de gol que ante el Almería se encendió más si cabe con la presencia de Borja Bastón como delantero titular junto al propio Sabin. El Leganés desplegó un 5-3-2 que volvió al 4-2-3-1 al descanso con Bastón ejerciendo, en este último esquema, de único ariete. Fue así como logró el gol del empate antes de que Miguel lo sustituyera para seguir creciendo en minutos y confianza.
Brandon y Juan Muñoz, a la espera
El domingo el rival será el Tenerife de Serantes. Está por ver qué delantero juega de inicio en esta peculiar y provechosa batalla del ‘9’ que ha espoleado Garitano y en la que también hay víctimas colaterales. Porque Juan Muñoz y Brandon aún no han tenido ocasión de jugar ni un minuto bajo la batuta del de Bergara.
En las próximas jornadas se verá si ellos también se unen a este duelo por el gol en un Leganés que ya no lamenta la saturación de atacantes, sino que exprime las virtudes de tener tanto y tan bueno donde elegir.