Vinicius cierra el círculo
Va a Pucela siendo el Valladolid el único equipo de Primera al que le ha hecho dos goles. Conectando con Benzema y mirando a Bérgamo. Momento de la verdad para 'Vini'.
Fue su primer gol en Primera, aunque fuera de rebote, y la siguiente vez que se los cruzó tras cambiar el Bernabéu por el Di Stéfano por culpa de la COVID-19 les hizo otro gol. Algo tiene Vinicius con el Valladolid que se reactiva contra el club blanquivioleta. Los problemas del brasileño para culminar desaparecen ante los pucelanos, una noticia inspiradora para Vini (y Zidane, obviamente) porque el carioca tiene la oportunidad de cerrar el círculo para lograr la estabilidad. Su conexión con Benzema se selló con el gol de la paz al Getafe ("Esa jugada la ensayamos durante la semana", revelaría después) y mira a Bérgamo, porque tiene una deuda pendiente con la Champions.
La ausencia esperada de Hazard en la ida contra la Atalanta del próximo miércoles permite a Vini ser lo suficientemente protagonista como para sellar el dolor que le causaron otros octavos de final, los de hace dos años, cuando se lesionó gravemente contra el Ajax en el pico más alto de su carrera en el Madrid. En la era Solari, Vinicius era el espíritu alegre del novato que se resignaba a dejar que aquella temporada se fuera por el desagüe. Una lesión tibioperoinea que le privó de debutar con Brasil con sólo 18 años y después, ya con Zidane y su falta de confianza inicial en el por entonces 28 blanco, le costó no ir a la Copa América.
Un profundo sinsabor para un Vinicius que realmente arrancó la moto en el Madrid con ante el Valladolid. Tras verse relegado por Lopetegui al Castilla, el 3 de noviembre de 2018, el segundo partido de Solari al mando, fue su primera gran tarde.. Vinicius desatascó el 0-0 en el minuto 83 con un chut que tocó en Kiko Oliva y que Gil Manzano, pese a que el disparo del brasileño iba a puerta, se lo adjudicó en el acta al zaguero pucelano.
Los goles de rebote hay que buscarlos
Un tanto con algo de ayuda externa que iba a ayudar a cimentar su posterior fama de ser el rey del rebote. Esta misma temporada, en el Pizjuán. Lo buscó y le dio al Madrid un 0-1 en una de las plazas más duras de LaLiga. Era el quinto de rebote, pero si algo tiene Vini es que inasequible al desaliento. Los busca. Está madurando aunque sea a pasos cortos y se los hace saber a Zidane, al que llamó en verano para pedirle disculpas por su actitud en Manchester, como desveló esta semana AS.
Pero aquello fue el verano y ahora es ahora. Vinicius tiene un momento de la verdad en Zorrilla y cuatro días después en Italia donde la Atalanta propondrá presumiblemente un tiroteo. Pucela y la Champions, dos platos para forzar a Zidane a retenerle en la titularidad o para asumir, de nuevo, un papel secundario. No hay más.