Borja Galán: “Te educan para ser titular, pero puedes ser importante de muchas formas”
Borja Galán habla con As del rol de suplente, su conversación con De la Barrera, Cristóbal y se muestra optimista sobre las opciones del Depor.
¿Se ve todo un poco mejor después de conseguir al fin una victoria?
Ya casi ni nos acordábamos. Es una semana mucho más alegre, con ilusión y ganas. Viendo que el objetivo es posible, pero necesitamos los siguientes tres puntos para creérnoslo.
En Ferrol espera otra final…
Sí, es un partido muy importante. Ya son todos muy importantes, finales… y este es más de lo mismo. Ganar es engancharte de verdad a los puestos de arriba, no hacerlo es quedarte en tierra de nadie. Somos conscientes de ello.
En la victoria del Guijuelo hubo muchas cosas. De poder sentenciar cómodamente a acabar sufriendo contra diez…
Sí, tuvimos ocasiones para ganar por más de un gol que no aprovechamos. Y suele pasar en el fútbol, no sé por qué, pero siempre el equipo que tiene muchas ocasiones para marcar y no lo hace, acaba sufriendo. Supongo que por el miedo o temor a perder esos puntos que has merecido todo el partido. Por suerte no los perdimos.
Parte de culpa fue suya, con un despeje en plancha para evitar el empate que casi valió como un gol.
Fue una acción muy rápida, no sé ni cómo la saqué. Salté con todo porque vi que llegaba el rival a rematar. Pensé que me podía reventar, pero fui a por el balón y lo logré despejar.
Tuvo pocos minutos, pero además de ese despeje clave forzó la expulsión de un rival. ¿Cómo lleva la suplencia?
La verdad es que estoy muy bien, con muchas ganas de ayudar al equipo. Me siento importante. Los jugadores venimos desde abajo educados para ser titulares, que si no lo eres no puedes aportar o ayudar, pero puedes ser importante de muchas formas. Justo antes del partido tuve una conversación con el míster y me hizo ver la importancia que tenía para él. Que ahora no estaba entrando como titular pero que confía en mí a muerte. Si me da esos minutos finales, que es cuando se deciden las cosas, es porque confía en mí. Por suerte pude devolverle esa confianza. Le damos valor siempre a ser titular, pero todo lo que sea jugar es importante.
¿Cuesta cambiar ese chip de que todo pasa por ser titular?
Es difícil. Desde siempre ves que los grandes futbolistas son titulares y tú también quieres serlo, claro. Pero hay momentos en la carrera de un jugador en la que no eres titular y hay que asumirlo de la mejor manera. Ayudar al equipo cinco minutos, media hora o los noventa. Es un esfuerzo mental que tienes que hacer porque a todos nos gusta vernos de inicio. Pero creo que se pueden aportar muchas cosas entrando desde fuera.
¿Qué le exige mejorar De la Barrera y qué se exige usted a sí mismo mejorar?
En esa conversación que tuve con el míster me transmitió su total confianza en mí. Ahora mismo me marco como mejoría que esos minutos que pueda tener hacerlo bien para que sean 20, luego 80 y después 90. Creo que tengo la capacidad para hacerlo y me tengo que exigir hacerlo. Si viese que no tengo capacidad me marcaría otros objetivos, pero creo que puedo ser decisivo para el equipo.
¿En qué está mejorando el equipo colectivamente?
Creo que hay una mejoría y lo notamos, somos más un equipo. Pero no es momento de adornar las cosas con palabras, hay que hacerlo en el verde. Estoy seguro que el sábado daremos otro paso adelante. Mentalmente nos ha liberado mucho sentirnos que somos capaces de volver a ganar. Que somos capaces de marcar gol y generar muchas ocasiones, aunque solo marcamos un gol. Lo preocupante es cuando no generas ocasiones y te ves lejos del gol.
El último antes del de Lara al Guijuelo fue suyo al Celta B, pero no valió para sumar…
Sí, allá por diciembre. Hacía mucho tiempo que no marcábamos, no son buenos números, es la realidad. Le hemos dado la vuelta y que siga el sábado para darnos puntos.
Ante el Racing se encontrará con Cristóbal Parralo, un entrenador muy importante en su carrera…
A Cristóbal le tengo mucho cariño. Ha sido un entrenador vital en mi carrera. Aquí en el Depor, en el Fabril, en el Alcorcón y otra vez en el Racing. Fue el técnico que me llevó al fútbol profesional, le estaré eternamente agradecido, pero el sábado espero que no gane. Luego, que le vaya lo mejor posible.
Y también excompañeros…
Sí, está Quique Fornos y David Rodríguez, con el que coincidí en el Racing de Santander. Es el fútbol. Cuando ya llevas unos años vas haciendo amigos en todos lados y es bonito encontrarte con gente con la que aprecias. Pero no pasa del saludo inicial. Todos queremos ganar y en eso hay pocos amigos.
Aquel Fabril de Cristóbal hizo una enorme temporada en Segunda B, mucho mejor que la de ahora. ¿Qué se hizo bien y qué se hace mal ahora?
Son situaciones diferentes. Nosotros éramos un equipo joven sin ningún tipo de presión. Jugábamos para disfrutar, ahora en el Depor es totalmente lo contrario. Tenemos necesidad y urgencia por los resultados. Si algo hay que traerse de aquel Fabril es intentar disfrutar y jugar sin esa presión. Seguro que así los resultados llegan con más naturalidad.
No parece fácil, de ahí al final les quedan cuatro finales.
No claro, ahora no hay mucho que pensar. Hay que ganar, ganar y volver a ganar. Hay que dejarse de miedos, no tenemos red de seguridad. Debemos saber que cada resultado positivo te acerca al siguiente.
¿Ven de verdad posible acabar entre los tres primeros?
Sí, claro que sí. Ahora mismo es nuestro objetivo y en eso nos centramos. El primer escollo es el Racing de Ferrol y si ganamos, seguro que vemos todo más cerca.
¿Cómo ha vivido todo lo que sucede en el club por arriba con los cambios de entrenadores y presidentes?
Entre la etapa del Fabril y ahora llevo casi cinco años en el club y he tenidos cuatro o cinco presidentes y seis o siete entrenadores. Está claro que esa incertidumbre no ayuda, pero nosotros no podemos controlarla. Tenemos que entrenar bien, olvidarnos de eso y si juegas hacerlo lo mejor posible. Tenemos que centrarnos en eso y olvidarnos de rollos externos.
A usted le queda otro año más de contrato. ¿Cómo mira al futuro?
El fútbol me ha demostrado que por mucho que planifiques, el futuro es impredecible. El año pasado me levanté el 31 de enero siendo jugador del Depor y sin intención de cambiar de aires y acabé por la noche en Santander cedido al Racing. No nos hace bien pensar más allá del próximo partido, el resto no lo podemos controlar.