El VAR, Stoichkov y Mackay valen un punto ante el Zaragoza
El Sabadell igualó el tanto de Jair gracias al penalti lanzado a lo panenka por Stoichkov. El meta arlequinado le paró una pena máxima a Narváez con 1-1.
El Sabadell supo reaccionar a tiempo para rescatar un punto y amargar a un Zaragoza que se vio castigado por su falta de ambición y el VAR. Jair adelantó a los aragoneses en la primera mitad, pero en la segunda, el Sabadell fue más intenso y alegre. Stoichkov, de penalti lanzado de panenka, puso el 1-1 en el marcador y Mackay se encargó de hacerlo bueno porque, sólo un minuto después, le paró una pena máxima a Narváez. Los arlequinados sellan su novena jornada sin caer y dejan al Zaragoza sin su tercer triunfo seguido. Eso sí, el punto sabe a poco a ambos porque no logran despegarse de la zona baja y estarán muy atentos a los resultados de Cartagena y Albacete esta jornada.
El duelo ya dio signos desde el inicio que ninguno de los dos conjuntos estaba para escatimar esfuerzos. El Sabadell quiso presentar una presión alta que dejara con dudas al Zaragoza, pero el conjunto aragonés, con JIM, parece estar cómodo en cualquier circunstancia. Es más, la mayoría de ocasiones con peligro que se produjeron en los primeros compases fueron visitantes e hicieron brillar a Mackay. Con el paso de los minutos, el Sabadell, aparentemente con mayor posesión de balón (poco efectiva), fio su vida en el partido a la inspiración de Mackay en portería y al hacer de Víctor García en ataque. El problema es que cuando una de las dos se tambaleó, el Zaragoza no perdonó. Corría el 32’ y, tras una gran ocasión de James, Bermejo sirvió un córner que Jair cabeceó a gol. El central se anticipó a Jaime y al meta arlequinado, que hasta entonces había estado portentoso, en el área pequeña y firmó el 0-1. Tras el tanto, el Zaragoza siguió a lo suyo, recogido y a la espera de un robo en la medular para salir a la contra, y el Sabadell impotente. Víctor García lideró alguna acción de peligro, pero faltó tener más presencia dentro del área y acierto.
Ya en la segunda mitad, el Zaragoza salió a verlas venir y el fútbol le atizó con dureza. Quizás excesiva porque al Sabadell le faltaba mucho veneno, pero el VAR le dio un empujón. En el 68’, Guruzeta tiró desde fuera del área y el balón le tocó en el brazo a Chavarría. En un primer momento, el colegiado señaló córner, pero el VAR le avisó para que acudiera a verlo al televisor y en segundos lo tuvo claro: penalti. Stoichkov tomó la responsabilidad y, de panenka, no falló. Pero estuvo a punto de durarle muy pocos segundos la felicidad al bloque arlequinado porque, en un despiste, el Zaragoza salió en tromba y Narváez provocó una pena máxima (Undabarrena fue el infractor). Retó a Mackay y el portero salió vencedor con una gran parada. Le adivinó la intención y reinó en un tramo de duelo de locura. En los minutos finales imperó el descontrol, aunque ninguno quiso ver peligrar el punto.
