Expósito-Bruno, dos piezas claves para una 'final' en la zona baja

Ipurua alberga una 'final' por la permanencia. Este sábado se enfrentan dos equipos en situaciones muy parecidas. Dos equipos que el año pasado salvaron la categoría con ciertas garantías y, sin embargo, esta temporada no todo está saliendo con la tranquilidad que se podía esperar. Las similitudes no sólo están en la clasificación (los dos empatan a 20 puntos en la decimoséptima -Eibar- y decimoctava posición -Valladolid-). Los dos equipos mantienen a sus entrenadores sin que hayan surgido dudas respecto a ellos tras el gran trabajo que han venido haciendo en cursos anteriores y que continúan haciendo, sin dejar de sorprendernos por el rendimiento que sacan a sus jugadores.

Mendilibar sabe dar con el entorno apropiado para que los tanto los más jóvenes como Bryan Gil, o un veterano como Kike García, den su mejor versión. Y en el proceso vemos como Edu Expósito, un jugador de vital importancia en el aspecto ofensivo del juego, que orienta el peligro que después finalizarán los Bryan o Kike García, se convierte en el máximo recuperador de LaLiga con 143 recuperaciones. Con este tipo de rendimiento es normal que Mendilibar pise tierra firme en su puesto y sus jugadores llamen la atención de aficionados y rivales.

El propio Expósito manifestaba recientemente respecto a su capacidad recuperadora: “Es importante porque lo he conseguido en esta temporada y media que llevo aquí. Antes no era un jugador que robara tantos balones. Desde el primer día, el míster me dijo que tenía que ser yo también el que robara balones para estar bien posicionado para poder hacer un buen pase o una conducción”.

La similitud entre los clubes también la encontramos en esa capacidad del entrenador para exprimir al jugador. En el caso de Sergio podemos destacar el rendimiento de jugadores recién llegados. Un desafío que no siempre sale bien. En este caso los Marcos André, Shon Weissman, o Bruno González son las pruebas del trabajo propio y del entrenador catalán. Los casos de André o Weissman, podría parecer que es el resultado normal de la trayectoria ascendente que traían los jugadores. El caso de Bruno González es distinto. El jugador fundamental en el equipo vallisoletano (segundo jugador con más minutos de la plantilla) venía de no tener la confianza de Bordalás en Getafe tras haber llevado al equipo a Europa y jugar medio año en Levante. Era una apuesta, para un entrenador como Sergio, una apuesta segura.

El sábado llega el momento de desempatar la situación en la tabla. También la oportunidad para ver jugadores dando un gran rendimiento y entrenadores comprometidos. Después seguro que las similitudes seguirán desarrollándose, pero lo más seguro es que sean más arriba en la tabla. “Es verdad que, pase lo que pase, no va a estar nada decidido, pero nos lo tenemos que tomar como una final. Tenemos que saber de la importancia de este partido y saber que tiene que ser una batalla que no podemos perder”, indicaba el 10 armero en declaraciones a los medios oficiales del club.

“Es una oportunidad. Jugamos en casa, ellos también están tocados por las derrotas que han tenido. Va a ser un partido muy intenso, muy duro. Somos dos rivales muy directos que nos lo vamos a jugar todo. Pase lo que pase no va a estar decidido nada, pero tenemos que salir muy intensos y demostrar que tenemos que ser muy fuertes en Ipurua los partidos que nos quedan”, certifica.