El Espanyol se abstiene a la fuerza
Los jugadores y técnicos que acudan a Mallorca no podrán votar presencialmente en las elecciones del domingo. Los anteriores comicios catalanes afectaron a Marc Navarro y Pau.


Ni San Valentín, ni elecciones. Está debidamente focalizado el Espanyol en su trascendental partido del domingo ante el Mallorca con el ascenso directo en juego –no así el liderato, puesto que los bermellones suman 51 puntos, por 46 de los pericos–, así que todo lo demás queda en un segundo plano este 14 de febrero. El día de los enamorados en el mejor de los casos quedará relegado para la noche. Pero las votaciones al Parlament de Catalunya se descartan –para quienes quisieran concurrir– a la fuerza.
Ni los jugadores ni el cuerpo técnico del Espanyol podrán acudir a sus respectivos colegios electorales a depositar su voto en las elecciones catalanas debido al horario del encuentro, las 14:00 horas del domingo, y sus derivadas. El equipo viaja a Palma el sábado por la tarde, tras el entrenamiento, y tiene previsto aterrizar de regreso en Barcelona sobre las siete del domingo, sin margen, ya que a las ocho se cierran las mesas, sin contar además con que la última hora está reservada según las recomendaciones a población que guarda cuarentena por la COVID-19.
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Solo podrán participar en los comicios catalanes quienes hayan tenido la suficiente prevención de haber emitido su voto por correo. Y a lo mejor ni con esas. Algún miembro en la expedición que viajará a Mallorca trató de ejercer su derecho con suficiente antelación –el plazo concluía el pasado viernes 5– pero tuvo que abandonar la causa sin éxito por la enorme cantidad de trámites burocráticos que le exigía todo el proceso.

No será la primera vez que unas elecciones al Parlament afecten de algún modo al primer equipo del Espanyol. En la anterior convocatoria, el 21 de diciembre de 2017, Marc Navarro tuvo que ejercer como presidente de una mesa electoral en el badalonés barrio de Bufalà. Y en las del 27 de septiembre de 2015 se requirió como segundo vocal en Olot a Pau López, que en aquella ocasión se libró porque ese día jugaba el Espanyol en Riazor, ante el Deportivo, y las autoridades atendieron su recurso de exención.





