Yayá Touré salta a los banquillos

Yaya Touré, casi recién retirado, se ha unido a la innumerable lista de exjugadores que pronto dan el salto a los banquillos. Sin embargo, en su caso hay una particularidad. Ha decidido hacerlo desde lo más bajo, sin asumir él mismo un rol protagonista. Más bien, desde este miércoles es ayudante de un primer técnico, Igor Klimovsky. Su objetivo: ir ayudando y aprendiendo el oficio antes de dar el salto definitivo.

En esta primera aventura, se incorpora de ayudante al Olympic Donetsk. Su llegada a Ucrania no es casual. Yayá Touré ya jugó en el país en su carrera como futbolista. Concretamente en el extinto Metalurh Donetsk en las temporadas 203-04 y 2004-05. En su día, quedó impregnado de los métodos deportivos en el país y ha querido regresar para interiorizar el día a día. Además, llega sin presión, al no asumir el mando directo y no estar en un club que aspire a conquistar títulos.

"Comencé mi carrera profesional en Donetsk. Ahora estoy aquí para comenzar mi camino como entrenador. Por supuesto que sé que el Olympic no es el Metalurh, pero recuerdo muy bien lo amable y abierta que era la gente en la ciudad. Estoy impresionado. Para ser honesto, incluso mi agente se sorprendió cuando descubrió que quería aprender a entrenar en Ucrania, pero fui firme en mi decisión", explica el exfutbolista del Barcelona.

Además, remarcó los argumentos que le llevaron al club, pese a que seguramente tuvo propuestas más ambiciosas sobre la mesa: "No es fácil encontrar un lugar donde puedas estudiar tranquilamente, sin presiones innecesarias y en el que seas aceptado como un amigo. Estoy seguro que puedo ser útil a los jugadores del Olimpik, como profesional y como compañero".