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ESPANYOL

El Espanyol no progresa

Apenas varía Vicente Moreno sus alineaciones –cuatro cambios no obligados en 2021–, las sustituciones ni el patrón de juego, pese a sumar un triunfo en cinco jornadas.

Vicente Moreno, entrenador del Espanyol, en Lugo.
Carlos MiraRCDE

Se mantiene el Espanyol sobre el salvavidas que constituye la zona de ascenso directo a Primera, aunque igualado a puntos con el Almería –que tiene un partido pendiente– y a cinco ya del Mallorca, precisamente el próximo rival de un Vicente Moreno que visitará este domingo a su ex equipo. Y lo hará en su momento de mayor incertidumbre, por el irregular bagaje de un conjunto perico que solo ha ganado una de las cinco jornadas que se han jugado en 2021, por tres derrotas y el empate, este lunes, en Lugo (1-1). Ni siquiera los malos resultados agitan su ideario, tanto de nombres –si se trata de un asunto de planificación, no es el único responsable– como de juego.

El ejemplo palmario son las alineaciones. En esta racha, apenas realiza cambios que no sean obligados por las circunstancias, como la roja que vio Lluís López en Las Palmas o la acumulación de amonestaciones que impidió jugar a David López contra el Rayo Vallecano y a Sergi Darder en el Anxo Carro. Desde que empezó el año, solo cuatro retoques entre los titulares han sido por criterio propio de Moreno. Ante Las Palmas, dio entrada a Miguelón Llambrich en lugar de Óscar Gil y a Nico Melamed en detrimento de Óscar Melendo, siendo este último su principal movimiento de piezas en estas jornadas. Y en Girona, puso a Leandro Cabrera y quitó a Fernando Calero, quien cayó ante el Lugo por el regreso de David.

Tampoco esa sacudida que necesita todo equipo inmerso en un bache parece irrumpir con las sustituciones, pues en Montilivi y contra el Rayo no hubo ninguna hasta los diez minutos finales. Y en Lugo sí las avanzó pero anduvo el técnico lejos de agotarlas, a pesar del resultado adverso. Acaso la entrada de Landry Nany Dimata se antoje el gran brote verde para que algo cambie en las próximas semanas.

En cuanto al juego, insiste el Espanyol en tomar casi siempre el mismo camino. Defensivamente, comete errores del pasado que parecían olvidados en el primer tramo del campeonato, especialmente pérdidas en una salida de balón confusa, que le están costando la pérdida de toda la solidez que tan bien había construido: de sus 15 goles en contra, cinco han llegado en los tres últimos partidos. Los contrincantes le van tomando la medida.

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PEDRO AGRELODIARIO AS

Y en ataque, también persevera si los contextos de partido se tuercen en dos vías casi únicas: la inspiración de sus talentosos futbolistas y los centros laterales, por mucho que la plantilla no contaba hasta ahora con un perfil claro de rematadores. La friolera de 41 puso en Montilivi, de los que diez encontraron destinatario, y hasta 33 sirvió en Lugo, pero únicamente cuatro buenos.

Con todo, esa suerte de vuelco que sigue necesitando el equipo para revertir su mala racha de resultados –que no, por ahora, de clasificación, por las rentas de una primera vuelta sobresaliente– choca con el calendario. Con la visita este domingo al actual líder, el Mallorca, lo que vuelve a dejar en el aire si es el momento conveniente para revolucionar la alineación. Para variar el patrón, ni que sea para sorprender a unos rivales que le empiezan a tener la medida tomada a los pericos. Tiempo hay. Pero en Son Moix no se puede fallar.