El Sevilla se da un festín en honor de Ocampos
Contundente triunfo del Sevilla en un partido marcado por la entrada criminal de Djené a Ocampos, que se marchó en camilla y llorando.
El Sevilla se dio un festín en honor a Lucas Ocampos, lesionado de gravedad tras una terrible entrada de Djené. En la noche del estreno goleador de Papu Gómez y en la de confirmación de En Nesyri como el pichichi del Sevilla, todas las miradas estuvieron en el ex del Marsella, que pudo haberse despedido de la temporada. Los goles llegaron tras su lesión y consiguiente expulsión de Djené, cuando los de Lopetegui optaron por quitarse el mal cuerpo asediando el área del Getafe.
El caso es que Ocampos ya era protagonista de por sí. Corría el minuto 35 cuandobatió a Yáñez tras una gran internada de Jordán, pero la celebración sevillista quedó aguada por la llamada de González González desde el VAR a Martínez Munuera para que revisara la jugada. Los colegiados interpretaron que el argentino controlaba el balón ayudándose del brazo, por lo que el gol debía quedar anulado de inmediato. El problema es que en ninguna de las tomas que se le ofrecieron al colegiado del encuentro se veía con claridad la infracción, lo que provocó el cabreo de los jugadores del Sevilla, del banquillo local y hasta de un Monchi que desde la grada juraba en arameo.
Ocampos siguió hiperactivo en el segundo tiempo hasta que llegó la fatídica jugada de su lesión. El argentino sufrió una entrada criminal de Djené que cazó con los tacos por delante el tobillo del futbolista del Sevilla. El colmo fue que Martínez Munuera ni siquiera vio falta y tuvo que ser el VAR quien lo avisara de lo terrible de la patada del futbolista del Getafe. Llorando y en camilla abandonaba Ocampos el césped, mientras que los banquillos de ambos equipos se encaraban y Lopetegui y Bordalás acababan también expulsados.
Como si se hubiera producido una conjura invisible, el Sevilla se fue por el partido y Munir iba a abrir la lata en el primer balón que tocaba tras un gran servicio de Jordán. Las ocasiones locales se sucedían mientras que el Getafe achicaba agua como podía. Su defensa aguantó hasta el 87, cuando Papu Gómez enganchó un disparo desde la frontal que se convirtió en su primer gol como sevillista con la ayuda de Cabaco. Faltaba la cita con el gol de En Nesyri, que ya lo había tenido cerca y que cumplió su cuarto partido consecutivo marcando en casa engañando a Yáñez
El descuento fue de 9 minutos pero ambos equipos firmaron la paz. El Sevilla suma y sigue, pero añade a su cuenta otra gran preocupación, la de perder a un futbolista imprescindible como Lucas Ocampos.