La maldición en La Rosaleda dura ya tres meses y medio
El Málaga no gana en casa desde el 22 de octubre, cuando se impuso al Sporting de Gijón. Sólo ha ganado dos partidos en casa y ha visto volar de Martiricos un total de 22 puntos.
El Málaga tiene su talón de Aquiles esta temporada en La Rosaleda, donde no encuentra su nivel y no le acompañan los resultados. Haciendo un balance general del equipo a estas alturas de campeonato, la valoración es más que satisfactoria. Después de una planificación tardía obligada por la sanción de LaLiga y la resolución del ERE aplicado a los jugadores del primer equipo, y con el límite salarial más baja de toda Segunda División, los blanquiazules han sumado 31 puntos en 23 jornadas y están más cerca de la zona de playoff (a seis puntos) que del descenso a Segunda B, sobre el que tiene una renta de nueve puntos.
Sin embargo, estos números podrían ser mejores si el equipo se hubiera mostrado más fiable en casa, donde le persigue una especie de maldición que le tiene como el segundo peor equipo local de la categoría. Y es que el Málaga no gana en Martiricos desde el 22 de octubre, en la jornada 7, cuando se impuso al Sporting de Gijón. Tres meses y medio después, el equipo de Pellicer continúa buscando su tercer triunfo.
El rival de este domingo, el Zaragoza, se presenta a priori como una muy buena ocasión para acabar con esa horrible racha. El Málaga ha sumado 11 puntos en 11 jornadas y ha dejado escapar 22 puntos en sus partidos en casa. Sólo el Sabadell, diez puntos como local, presenta peores guarismos que los blanquiazules. El Zaragoza, por su parte, es el peor visitante de Segunda. Los aragoneses sólo han logrado cuatro puntos en 11 jornadas. Un triunfo (0-3 al Alcorcón), un empate (1-1 en Cartagena) y nueve derrotas a domicilio.
La victoria en Alcorcón cortó de raíz una mala racha de resultados del Málaga. Pellicer y sus futbolistas tratarán de aprovechar esta nueva ola a favor para ganar el domingo al Zaragoza (16:00 horas) y poner fin a la larga sequía de triunfos en La Rosaleda.