REAL MADRID - LEVANTE | BALLESTEROS
"Ganar en carrera a Cristiano con 36 años chocó bastante"
Llega un Madrid-Levante y es inevitable acordarse de Sergio Ballesteros (Burjassot, 1975). El mítico central granota rememora sus choques con AS.
¿Qué es de Sergio Ballesteros?
Pues nada, me dedico a lo mío, tengo una empresa y ahí estoy.
Totalmente alejado del fútbol.
Sí, es una empresa de agricultura y ganadería.
¿Se quiso alejar o ha sido un proceso natural?
Porque había que continuar de alguna manera. Era una salida buena para mí. Tengo familiares que se dedican a eso, entonces un poco por ahí va la cosa.
Llega un Madrid-Levante y es inevitable acordarse de usted. Hay incluso algunos puntos comunes en su carrera. ¿Cómo vivió esos partidos?
Bueno, yo no lo veo así. La verdad. Yo siempre me he tomado los partidos contra el Madrid como cualquiera de los grandes. Con toda la intensidad, pero sin nada especial. No tengo yo esa percepción.
Le refresco alguno. En sus inicios en el Levante le hace debutar Juande Ramos; a la postre, entrenador del Madrid.
Yo estaba en juveniles del Levante y me suben al primer equipo. Con la llegada de Juande Ramos empiezo a jugar. La verdad es que me da mucha confianza. A partir de ahí hago un año y medio o así, hasta una eliminatoria de Copa contra el Tenerife. Ellos me firmaron en el partido de vuelta y ya me quedo ahí en diciembre. A partir de ahí debuto en Primera División, con Heynckes. Que es otro del Madrid, es verdad. No había caído yo.
Fue una decisión más suya que de nadie como luego supe. Se empeñó. Me estuvieron siguiendo después del primer partido de Copa y en la vuelta fue cuando decidieron comprarme al Levante. Cuando estuve allí me trataba muy bien. Me exigía mucho, me quería enseñar. La verdad es que me dedico mucho tiempo, cosa que siempre le agradeceré porque creo que ha sido el entrenador más importante que he tenido. Sobre todo, cuando empiezas, tener a alguien de esa trayectoria y de ese nivel que está pendiente de un chico joven, eso es clave.
Entiendo que por su condición de central y centrocampista en sus inicios (luego retrasó definitivamente su posición al centro de la zaga) Fernando Hierro sería un referente.
Siempre ha sido un jugador que me ha gustado. Desde los inicios, hasta el final de su trayectoria. Me ha parecido de los mejores centrales, centrocampistas o donde jugara. Y sí, la verdad es que sí. Y con la Selección... Siempre ha sido alguien que me ha gustado mucho.
Pocos recuerdan que usted fue campeón de Europa con la Sub-21 (Con Salgado, Guti o Morientes, entre otros).
Fue muy importante para mí. Era capitán además y jugué 18 o 20 partidos internacionales con la Sub-21. La putada fue que me rompí el hueso de la cadera en la semifinal contra Noruega y me perdí la final. Fue una putada. Luego estuve ocho meses parado. Se dice pronto.
¿Llegó a tener oportunidades de ser absoluto?
Me rompí en semifinales y estuve prácticamente toda la temporada sin jugar. Hasta marzo, creo. Bajamos justamente ese año con el Tenerife a Segunda. Fue una temporada complicada. Luego ya más adelante, no sé si fue en el Rayo o en el Villarreal, o Mallorca, no lo sé, sí que parecía que podía haber entrado en algún momento. Pero la verdad es que nunca me llamaron.
Su mejor gol, según su propia versión, fue en el Bernabéu con el Villarreal.
Hombre, al final por el escenario. Creo que ese partido lo perdimos (Real Madrid 2-1 Villarreal, el 24/01/2004, con goles de Solari (14'), Ronaldo (54') y Ballesteros (86')). Pero bueno, estuvimos muy cerca. Éramos un Villarreal que estaba empezando. Estaba creciendo mucho el club y nosotros éramos un equipo muy humilde. Fue un gol bonito, importante, aunque luego no sirvió para nada.
Su carrera ha pasado por equipo más humildes, pero ha jugado cuatro veces en Europa. (Con Tenerife, Rayo, Villarreal y Levante)
Sí, la verdad que para ser equipos humildes, con el Villarreal llegamos a semifinales de UEFA, con el Tenerife también llegamos a semifinales, con el Rayo creo que a cuartos y con el Levante, a octavos. Pero estuvimos muy cerca de pasar. La verdad que sí. Con cuatro equipos, cuatro veces en Europa.
¿En esos equipos más humildes es donde explotó su potencial?
Bueno, al final la trayectoria de cada uno son muchas circunstancias. Yo tuve la posibilidad de ir a Inglaterra, cuando estaba jugando en la Selección, tendría unos 21 o 22 años. Lo que pasa es que no me dejaron ir. Al final son muchas circunstancias las que marcan una carrera. En todos los equipos donde he estado me han querido mucho y al final cuando ha surgido alguna posibilidad de irme a otro sitio, pues la verdad es que siempre se ha dificultado bastante. Son circunstancias. A veces no sabes por dónde van.
No sabía lo de Inglaterra. Un fútbol que habría encajado como un guante para sus cualidades. Aunque entiendo que en esa época marchar al extranjero era irse a la aventura.
Sí, claro, ten en cuenta que estamos hablando del 97 o 98. Estaba empezando a salir algún jugador, alguno empezaba a ir por allí... Pero no era fácil. En mi caso fue el Southampton el que puso hasta mil millones de pesetas aproximadamente creo que llegaron a hablar. Seis millones de euros. Los llegaron a poner en el 97... imagínate. Pero la verdad que en ese momento yo estaba muy bien. Jugaba con la Selección, un chico de 21 años en un Tenerife que estaba jugando en Europa y tenía grandes pretensiones. Había un equipazo y no tenían dificultades económicas. La verdad es que no me dejaron salir. Esa fue la realidad. Y luego me lesioné. Por eso es todo muy cambiante. A veces no sabes por dónde van los tiros.
Habría coincidido con Matt Le Tissier. (Southampton 1992-2002)
Ah, puede ser. No te sabría decir.
Con casi 400 partidos en Primera (387, en concreto) uno de sus momentos más icónicos es su carrera con Cristiano Ronaldo. ¿Cómo lo recuerda? ¿Qué piensa del poso que ha dejado a lo largo de los años?
Tuvo muchísima repercusión. Pero, bueno, a ver, yo siempre me he considerado un jugador rápido. Lo que pasa es que, claro, en ese momento tenía 36 años y fue un poco llamativo. Cristiano es y ha sido de los mejores jugadores del mundo y de la historia. Que alguien de 36 años, en un equipo modesto, le gane una carrera de esa manera sí que chocó bastante.
Es quizá un poco el choque del contraste. Cristiano, el físico perfecto, y Ballesteros, un tipo normal, lo que lo hizo llamativo.
Sí, bueno, puede ser. Yo la verdad que siempre he sido un tío bastante rápido. En carrera larga sobre todo. Mi físico ha sido siempre más corpulento, más kilos, más pesado... puede chocar por eso. Pero al final cada uno es como es (ríe).
Los tres años que está con el Levante en Primera coinciden con el Madrid de Mourinho. Unos encuentros de los que saltaban chispas.
Nosotros éramos un equipo muy humilde, como sigue siendo el Levante. Lo que pasa es que yo siempre he pensado, en todos los equipos en los que he estado, que cualquier equipo, aunque sea muy humilde, merece un respeto. Mínimo profesional. Y, bueno, hubo algún detalle que no fue muy correcto. Por eso a partir de ahí hubo una serie de polémicas y algunos enfrentamientos. Pero sin más importancia.
¿Cómo encajó la invitación de Sergio Ramos a dedicarse a otros deportes como el boxeo?
A mí lo que hubiese dicho o cualquier cosa que hubiese hecho no me importa. A mí lo que me importaba era defender a mi equipo, a mí club. Eso era lo importante. Todos los comentarios que se puedan hacer después, fuera del campo, son polémicas que a mí ya no me interesan. Ni me interesaban en su momento.
¿Lo renovaría cerca de cumplir los 35? (Ballesteros jugó hasta los 37, cerca de los 38).
Hombre, yo, por lo que veo, físicamente está muy bien. Por la edad no creo que sea, porque además está en una edad que tiene todas las capacidades a tope. Es un jugador con una trayectoria impresionante. Desde luego, un par de años más estando a un nivel medio-alto seguro que los va a tener. Seguro.
¿Y a Morales? Está en una situación similar.
Morales igual. Es un jugador muy importante para el Levante, la verdad. Está en un momento muy bueno. Ha arrancado la temporada a un gran nivel y sigue siendo muy importante para el equipo. Ya son temas entre club y jugador. A veces no tenemos información suficiente para poder opinar como toca.
Lo que sí que tienen en común es que son dos símbolos para sus equipos sin renovar. A modo de reflexión, ¿por qué son tan complicados los finales? Especialmente cuando el jugador ha sido muy importante.
Pues no lo sé. Supongo que los finales siempre son difíciles en todo. En todos los ámbitos de la vida. A veces no se sabe muy bien, ni por parte del club o del jugador, cuándo es el final. Pero siempre hay alguien que toma una decisión. O siempre hay alguien que da un primer paso. Y eso lleva a cerrar operaciones o a la ruptura de ellas. No lo sé, pero la verdad es que ha pasado en la historia del fútbol y en muchos deportes. Los finales de los grandes jugadores o deportistas han sido siempre más dificultosos o problemáticos.
A veces es complicado tomar la decisión.
Es complicado. Yo me imagino que uno, aunque físicamente puedas empezar a notar algo de bajón, siempre piensa que la experiencia es muy importante. Te ves bien en el campo, te sientes cómodo, ves que rindes... Pero, claro, eso lo ves tú. Igual desde fuera empiezan a ver alguna carencia, te empiezan a ver algo... Es muy complicado. Los finales son muy complicados. La verdad.
Su final recuerdo que no fue nada fácil.
No fue la despedida soñada. Por eso te digo que las despedidas o los finales a veces son complicados. Pero, bueno, yo iba camino de los 38, me quedaban dos o tres meses para cumplirlos. Yo sabía que me quedaba muy poco. Es así. Se precipitó y lo asumí como toca. Con deportividad y ya está.
Fue un final que quedó marcado por la acusación de amaño por el encuentro de Copa de 2011 entre Levante y Zaragoza. ¿Cómo fue vivir bajo sospecha sus últimos años?
Pues lamentable. La verdad. Han sido años muy duros. Muy difíciles y muy injustos. Ha sido muy triste. Pero bueno, a veces tienes esa señal, esa cruz, y la tienes que llevar. Al final lo importante es que la justicia ha puesto las cosas en su sitio. El problema es que ha pasado mucho tiempo.
Desde luego.
Esa es la dificultad de estas cosas. Pasa tanto tiempo que, aunque luego la justicia te de la razón, la verdad que esos años donde se ha estado hablando, criticando y pensando que eras un jugador tramposo se quedan ahí.
Prácticamente una década salen todos absueltos.
Ha sido mucho tiempo. Realmente la denuncia la ponen un año y pico después. Creo que la ponen en 2013 o 2014. Han sido casi siete años. Lo sorprendente es que ponen la denuncia año y pico después, casi dos años, cuando decían que lo tenían todo tan claro. Es algo que nunca he entendido. En todos los juicios que hemos pasado nunca he entendido que le dieran credibilidad a eso.
¿Piensa que de alguna forma querían utilizarles como precedente contra la corrupción en el fútbol español?
Hombre, claro. Pero es que todo parte de ahí. Tebas utiliza esa denuncia para intentar ser presidente de LaLiga. Que luego lo consigue. Utiliza este juicio para escalar posiciones. Ser una especie de adalid del juego limpio. Y nos utiliza a nosotros. Utiliza un partido y a partir de ahí todo se desencadena. Filtraciones y todo tipo de historias.
¿Cómo valora el papel de Tebas, que incluso le señaló con nombre y apellido?
Él es una persona que le da igual ocho que ochenta. Le da igual señalar a uno u otro. Lo importante era él, él y después él. Utilizar esto para escalar. Da igual que pusiera a uno o a otro. Yo en ese momento era uno de los capitanes, le sonaba más mi nombre y es el que puso.
¿Piensa que su fama de tipo duro no ayudó con la opinión pública?
No lo sé. Pero no tiene nada que ver una cosa con la otra. No tiene nada que ver.
¿Qué reflexión saca de todo este proceso?
Pues que la justicia es lenta, pero al final pone las cosas en su sitio. Ha habido mucha gente que ha utilizado esto para rellenar portadas, hacer comentarios, tertulias... Sin importar el daño que se podía hacer. La presunción de inocencia se la ha pasado por el forro bastante gente. Una vez que ha acabado el juicio, después de tantos años, después de una declaración en la Fiscalía de Anticorrupción en Madrid, un juicio en instrucción, otro juicio en primera instancia y luego un recurso ante la Audiencia, después de todo esto hay gente que ha dado carpetazo y no le importa nada lo que dijo ni cómo lo dijo. Pero eso es la vida. Le pasa a todo el mundo. Pero, bueno, sí demuestra la categoría de algunos.
Pese a esos últimos años, no ha alterado su condición de leyenda en el Levante. En Orriols le siguen recordando como uno de esos defensas de época.
Yo siempre he demostrado a través de mi juego y de mi personalidad. Lo he dado todo. Al ver todas estas cosas, imagino que habrá habido gente con dudas. Pero a mí, personalmente, nunca me han demostrado eso. He sentido cariño. Yo creo que el aficionado del Levante que me ha visto defender la camiseta, la gran mayoría, no se ha tragado esta película que se montó. Pero claro, cuando te acusan y sales en todos los medios, es lógico que haya personas que tengan dudas. Pero al final se ha demostrado la realidad y la gente puede estar más tranquila.
No le veo mucho de redes sociales, pero el debate de la defensa o el famoso central de jerarquía sigue vigente. Siempre con el recuerdo de Sergio Ballesteros.
Que te recuerden con cariño y como alguien importante es bonito. Al final son momentos. En todos los equipos hay jugadores importantes. Siempre hay gente que marcan un poco unos años. Pero en esos años no solo fui yo, más jugadores fueron muy importantes para el equipo.
Ahí viviste una segunda juventud. Llegas al Levante con 33 años, en Segunda, el equipo en concurso... y acabáis en Europa. Has vivido el crecimiento del club desde dentro.
Cuando llegué la verdad que era una situación muy precaria. Recién entrado en concurso, con muchos problemas deportivos, económicos, sociales... Muy poca gente iba al campo. Hubo un año, o año y medio, que fue bastante complicado. Pero se hizo una gran plantilla. Un gran equipo, con Luis García a la cabeza, en el que demostramos que con humildad, trabajo y esfuerzo se pueden conseguir cosas. Al final ascendimos a Primera, que creo que fue algo de locos. Con el presupuesto que había, el equipo que teníamos... Pero era un grupo humano espectacular. Luego conseguimos la permanencia que también era casi otro hito. Fueron unos años muy complicados, pero la verdad que muy bonitos.
Ahora ves el estadio, cuando podía ir público, con 20.000 personas y es otra cosa. Esa evolución partió con ese grupo.
Sí, realmente es cuando empieza todo, desde la llegada de Quico Catalán. Fue importantísimo. En ese momento de dificultades apareció él con su Junta Directiva y empezaron a asentar las bases del Levante de hoy en día. Empezaron poco a poco, aumentando la masa social, deportiva y económica. Claro, estar en Primera con ingresos te daba para ir reduciendo la deuda que había, que era tremenda, e ir llevando un poco todo.
La estabilidad deportiva ha llegado los últimos años con Paco López, con el que coincidió en sus inicios. ¿Cómo era como uno de los veteranos del grupo?
Como compañero mi recuerdo es espectacular. Era muy buen compañero. Muy buen jugador. El recuerdo que tengo es espectacular.
¿Y en la actualidad?
Yo creo que Paco es uno de los mejores entrenadores que hay en Primera. Creo que es un entrenador con sello propio, ha creado un estilo, tiene un atrevimiento y una manera de plantear las cosas, para mí, espectacular. Con una buena plantilla, pero que sabe manejar muy bien. Prácticamente tiene a todo el equipo enchufado. Es un éxito para el Levante tener a Paco como entrenador.
Ha cambiado el ADN respecto a su Levante.
Sí, es que el Levante ahora mismo es un equipo divertido de ver. De ataque, de llegar con muchos jugadores al área, de hacer transiciones muy rápidas... es uno de los equipos que ahora mismo a cualquiera le gusta ver. En nuestra época éramos un equipo de más experiencia, más de contragolpe y de buscar portería a cero. Diferentes. Pero al final lo que importan son los resultados y desde que está él, el equipo está en Primera, haciendo buen futbol y creo que es un momento muy bueno.
¿Qué importancia le da a que un entrenador eche raíces en un club?
Es muy importante. Sobre todo, entrenadores con la personalidad de Paco: buena gente, que incluso ha jugado en el mismo club. Es muy importante tener este tipo de entrenadores que hacen club, que pueden estar muchos años por sus características y personalidad. Eso da una estabilidad al equipo, al club y al aficionado que es muy positiva. La estabilidad es lo más importante y lo más complicado de conseguir en un club.
Imagino que usted tuvo muchos entrenadores.
Sí... Yo he tenido muchos. He tenido temporadas con tres entrenadores. Porque hay situaciones económicas o deportivas que marcan todo. Los resultados marcan las trayectorias. Es así. Hay momentos de dificultad donde hay clubes, presidentes o juntas directivas que tienen menos paciencia o ven una necesidad de cambio. Cuando se toman decisiones pueden ser acertadas o no serlo.
¿Se ve en los banquillos?
No, a ver, en el banquillo no me veo. Me veo más en la escuela, trabajando la cantera.
Lo que sí está vigente es una cláusula en su contrato que le permitía regresar al club en la dirección deportiva. ¿Le gustaría volver al Levante?
Claro que me gustaría volver al Levante. Formar parte de alguna de las parcelas y poder aportar mi granito de arena. Yo estaría encantado, la verdad.
¿Es compatible con su vida en el campo?
Sí, todo es compatible (ríe).
¿Cómo ve al equipo?
Es un año de muchas dificultades. La pretemporada no ha sido buena para todos y hay equipos que lo han pagado más caro. Hay jugadores importantes que se han lesionado. Está el tema del coronavirus, que te tiene apartado 15 días y volver al mismo ritmo es imposible. Hay que volver a iniciarse. Creo que ese tramo malo el Levante ya lo ha pasado y ha encontrado una estabilidad. Luego está el caramelito de la Copa, que desde el primer momento le dieron importancia y fueron con todo. Ahora están en una eliminatoria muy bonita para entrar en unas semifinales. Sería una cosa histórica.
¿Le iba la Copa?
Sí, a mí sí. Siempre me ha gustado mucho la Copa. Tanto las eliminatorias a partido único y de dos partidos. Siempre. Lo que pasa es que cuando te estás jugando descensos o estás en la parte de abajo siempre hay miedo a posibles lesiones... Al final LaLiga es lo más importante. Pero cuando las plantillas están involucradas siempre hay posibilidades. Es una forma de dar minutos a jugadores que no están teniendo continuidad y eso puede llevar a tener más oportunidades. De hecho, yo empecé en Primera gracias a la Copa.