La conversación de Emery con Özil que le condenó en el Arsenal
El que fuera técnico del Arsenal antes que Arteta ya tuvo problemas con el alemán; ‘The Athletic’ desvela la charla que cayó le cayó tan mal y en la que se le pedía continuidad.
Mesut Özil vive sus momentos más felices en el Fenerbahçe después de dejar atrás su etapa en el Arsenal, con más sombras que luces en los últimos tiempos. El Arsenal y el alemán ponían de este modo punto y final a un divorcio más que anunciado, en una relación que ha vivido en los últimos meses su peor etapa, fuera de todas las competiciones.
Pero realmente los problemas de Özil en el Arsenal venían de mucho más atrás. La publicación The Athletic ha desvelado cuál fue realmente el punto de inflexión en el principio del fin de Özil en el Arsenal. Según este medio inglés todo se remonta a la época de Unai Emery como entrenador de los gunners.
De todos es sabido la gran calidad del alemán, pero también su falta de continuidad y su intermitencia. Según The Athletic todo sucedió tras en 2018 tras la victoria del Arsenal por 3-1 ante el Leicester City. Özil, que por aquel entonces se había ganado la confianza del técnico español, acabó siendo el hombre del partido y Emery arengó en privado al alemán. Le pidió más compromiso y le desafió a estar a ese nivel más frecuentemente.
La conversación, según apunta este medio, no le sentó nada bien a Özil, provocando una fractura en las relaciones con el entonces entrenador del Arsenal. También le advirtió que no se dejara llevar por el hecho de que había jugado bien aquel partido, lo que no le cayó muy bien al jugador. A partir de ese partido el alemán se encontró entrando y saliendo del equipo.
El resto de la historia es de sobra conocida. Arteta no le inscribió al inicio de esta temporada en la lista para la Premier ni para la Europa League y Özil acabó buscándose su presente en el Fenerbahçe.
Özil fichó por el Arsenal en 2013 procedente del Real Madrid y con el estatus de estrella, tal y como lo atestiguan su contrato de 326.000 euros a la semana que cobraba en el club inglés y su llegada entonces como fichaje récord previo pago de 46 millones de euros, pero la falta de continuidad, y según se ha conocido ahora parece que también su actitud, acabaron condenándole al ostracismo.