El increíble caso del equipo menguante
Sin plan, ni fe, el Racing reaccionó siempre a remolque de lo que proponía el Bilbao Athletic, incluso durante la hora en la que jugó con un futbolista más
Ni manda, ni pretende mandar
El racinguismo está convencido de que su equipo, por historia y por presupuesto, es superior a todos sus rivales en este grupo de Segunda B. Da la sensación de que los profesionales contratados, técnicos y jugadores, para sacar adelante no se lo creen. Es más, cada día, se ven más y más pequeños. Por no remontarnos ni a la era Rozada ni a la patética serie de tres derrotas consecutivas con Solabarrieta, los dos últimos partidos evidencian esta falta de autoestima. En Portugalete, frente a uno de los más modestos de los 102 equipos de la categoría, el entrenador decidió mimetizarse con el entorno, pegar pelotazos y jugar a cara o cruz. Como ganó (con suerte), Solabarrieta debió creer que ese era el camino. Frente al Bilbao Athletic cambió la alineación para acoplarse a la del rival, Gil como anti-williams en el lateral izquierdo y dos pretorianos en el medio. Cómo pretendía ganar, con qué plan de juego, sigue siendo un misterio para mí. Menos mal que Ander Iru fue expulsado y la superioridad numérica le regaló el balón al Racing. 1-0, uno más, y cada cambio del entrenador estropeó más el equipo hasta acabar encerrado en su área. Salió cruz. Pero se hizo méritos para ello.
Expediente X
La Florida, campo pequeño y feudo donde solo se juega un tipo de partido, juego directo, aéreo y de choque. Justo lo contraindicado en el prospecto que viene con Martín Solar y Pablo Torre. Bueno, pues en Portugalete los dos fueron titulares. Absurdo. El Sardinero, 105x72, más o menos, un tapete verde y frente a un rival, el Bilbao Athletic, que no pega, que intenta jugar y deja jugar. Martín Solar y Pablo Torre no jugaron ni un minuto. ¿De verdad se puede preferir a Villapalos sobre Martín si lo que pretende asegurar es la posesión del balón? Debe ser una broma, si algo te asegura el chaval es eso. Tal vez le falta profundidad, pero personalidad y continuidad en el juego... ¿Nadie se percató que Pablo Torre dio un recital en Lezama, en donde, cara a cara, demostró ser mejor que todos los cachorros que está criando allí el Athletic? Por este tipo de decisiones el Racing está como está.