Aridai se reencuentra
El discutido futbolista de Las Palmas anotó el penalti decisivo. El Leganés acabó el partido con dos futbolistas menos: Javi Hernández y Bustinza.
Continúa Las Palmas con su imperial trayectoria en este inicio de 2021. De una tacada ha despachado a tres de los grandes favoritos: Espanyol, Mallorca y Leganés. Esta noche sobrevivió a un heroico equipo de Martí, que jugó toda la segunda parte con un futbolista. Pudo empatar, pero un claro penalti de Bustinza, después expulsado, a Lemos dilapidó su titánico esfuerzo. Su entrenador, Martí, puede tener las horas contadas.
Tan claro lo tenía el Leganés al alba del partido, que su planteamiento inicial no dejaba ni el menor de los espacios para cualquier duda. Así, nada más iniciarse el duelo, los pupilos del discutido Martí estaban empeñados en presionar la salida de balón, lo más arriba posible, de Las Palmas, que hacía lo que podía para sacar la pelota jugada, un artista en estas lides el cántabro Sergio Ruiz.
La primera ocasión de peligro llegó en el minuto 6, por parte de la formación madrileña, cuando un pase entre líneas de Merino no dejó solo a Bastón únicamente por la pericia de Álex Suárez, de nuevo imperial. Apenas 180 segundos más tarde llegó el primer intento local, pero el chut de Espiau desde fuera del área se fue directamente a la desangelada Grada Curva del Estadio Gran Canaria.
Poco a poco empezaba el Leganés a dominar el partido, acaso jugándose el mismo a lo que más le convenía al equipo pepinero. Tanto fue así que perforó la portería amarilla dos veces en menos de dos minutos, ambas de manera ilegal, acaso el colmo de la mala suerte. En la primera de ellas, apenas en el minuto 12, Miquel remató a placer una asistencia de Omeruo, pero este había tocado el balón con la mano. Empeñado como estaba en adelantarse en el marcador, segundo después Arnáiz puso a prueba a Domínguez antes de que se le anulara un gol a Palencia por el fuera de juego previo de Javi Hernández. Pasada la excitación de aquellos instantes frenéticos bajaron sobremanera las pulsaciones del encuentro, decididos a resguardarse ambos equipos, parecía que más pendientes los dos de no recibir goles que de marcarlos.
Lemos, en una de sus contadas galopadas por la banda derecha, disciplina de la que es especialista, buscó contactar con un descartado Araujo, pero la pelota acabó en córner. Fue este un claro ejemplo de lo que le sucedía a Las Palmas, un mar de dudas, salpicado de imprecisiones, a la hora de encarar el área de Cuéllar.
Cuando parecía que el partido se iba sin sobresaltos al descanso, el propio Lemos fue casado por detrás por Javi Hernández, que le pisó por detrás cuando además tenía la pierna izquierda apoyada, lo que acabó en expulsión del futbolista del Leganés, previa consulta con el VAR, segundos antes del receso. De repente, a los visitantes parecía quedarles apenas la heroica.
Y a la heroica se comportaron los muchachos de Martí en el segundo acto. No le quedaba, en principio, más remedio que quedarse a verlas a venir, labor facilitada en exceso por Las Palmas, falta de la intensidad necesaria cuando tienes un futbolista más. Así, mucho tardaron las huestes de Pepe Mel en inquietar a un atento a Cuéllar, puesto a prueba en el minuto 57 por un misil de Álvaro Lemos que acabó en córner.
En medio del ritmo lento de un partido que se de nuevo se jugaba a lo que quería el Leganés, Sergio Ruiz fue para los suyos un oasis en el desierto. Esta noche y toda la temporada. Así, el mediocentro cántabro recogió un balón en campo propio y, tras una carrera de 60 metros, se planto en la frontal del área rival para batir a Cuéllar con un perfecto tiro cruzado.
Se vino arriba Las Palmas, mas carente de acierto. Aguantaba como podía el Leganés hasta que le cayó un regalo del cielo. El balón parado podía ser su única opción de ‘rascar’ algo en Gran Canaria, y vaya si lo aprovechó. En el minuto 70, Pardo ejecutó a la perfección una falta desde la frontal del área amarilla, superando a Domínguez con una clase tremenda, trayendo de paso el 1-1 al marcador.
No se conformaba con ello el Leganés, que decidió jugarse, a la heroica otra vez, el todo por el todo. Así, en su siguiente ataque, una pérdida de Benito acabó con Miguel encarando a un excelso Álex Domínguez, cuyo rechace con la pierna izquierda acabó con la pelota en la bota izquierda de Arnáiz, que estampó el balón en el palo.
Una vez recuperada del susto, le costaba sobremanera a Las Palmas horadar la roca del Leganés, que pasó a defender con orgullo un punto que, hasta hacía bien poco, parecía imposible. Sin embargo, un claro penalti de Bustinza, a Lemos echó al traste las ilusiones pepineras y, de paso, el futuro de Martí en el banquillo de Butarque. Aridai, tan discutido desde que llegara a la UD hace un año, batió a Cuéllar desde los 11 metros para establecer al definitivo 2-1. Bustinza, desquiciado, acabó expulsado por una fea entrada también a Lemos.