NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ESPANYOL

La última sonrisa del hincha

El Espanyol celebra en las redes un año de su victoria ante el Villarreal con 3.000 pericos en las gradas de la Cerámica. Una muestra de la fuerza del club.

El Espanyol, en Villarreal ante su gente.
ANGEL SANCHEZ

Hace un año, una caravana de coches transitó de numerosos puntos de Cataluña a Vila-Real. El colista de LaLiga había empatado ante el Barcelona, con Ernesto Valverde en el banquillo, en el primer partido del año (2-2), y la llegada de Raúl de Tomás despertaba de nuevos las ilusiones por la salvación de un Espanyol que se encontraba en la peor situación deportiva de su historia. Pero sobrevivir no parecía ya un imposible, y por eso hasta 3.000 aficionados abarrotaron las gradas de un desangelado estadio de La Cerámica, que vio como el equipo de Abelardo Fernández se adelantó 0-2 y acabó aguantando pese a jugar con un futbolista menos (1-2).

Antes del partido, los restaurantes se llenaron de camisetas y bufandas del Espanyol, y la conversación giró en torno a la noticia que publicaron los compañeros de Pericosonline por aquel entonces, que desvelaron que Leandro Cabrera se convertiría en el central que buscaba la dirección deportiva: de hecho, ya habían depositado la cláusula de rescisión de diez millones. Todo eran alegrías, buenas noticias, bajo una intensa lluvia que acompañó durante todo el domingo.

Aficionados en Vila-Real.
Ampliar
Aficionados en Vila-Real.ANGEL SANCHEZ

Aquel partido, antes de la llegada de la pandemia, cuando no era ni un rumor en las noticias internacionales, supuso la última sonrisa para el hincha perico. Después de aquello llegaron varias desilusiones en un abrir y cerrar de ojos que dilapidaron el entusiasmo inicial, agravado posteriormente por la imposibilidad de asistir al campo. El equipo cayó eliminado de la Copa apenas tres días después, solo sumó cinco de los siguientes 12 puntos del campeonato, con una victoria milagrosa ante el Mallorca de Vicente Moreno (1-0) que se antojó necesaria, y vio como la Europa League se esfumaba con un 4-0 ante el Wolverhampton.

Todo cambió. Llegó la COVID-19, el parón, la energía ante Alavés y Getafe, y finalmente el esperpento y la vergüenza de los últimos partidos. En este curso lógico en Segunda, de penitencia, el Espanyol recordó en sus redes sociales lo que vivió el equipo hace un año: la última sonrisa del hincha.