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CORNELLÀ - BARÇA

El Cornellà 'rescató' a Jordi Alba y su adiós al club fue de récord

El Barcelona descartó al lateral cuando acabó su etapa de cadete y, tras dos años en el Cornellà, le firmó el Valencia dejando 1,4 millones de euros en la caja.

El Cornellà 'rescató' a Jordi Alba y su adiós al club fue de récord

Jordi Alba se enfrenta este jueves al Cornellà, equipo que le acogió tras ser descartado por el Barça cuando finalizó su etapa cadete y le ayudó en su búsqueda del fútbol profesional. Vistió de verde durante dos temporadas y actualmente es uno de los grandes referentes de los jugadores más jóvenes del club del Baix Llobregat. Es más, una sala del Estadi Municipal de Cornellà lleva su nombre y está presidida por una foto en la que se le ve celebrando el gol que le hizo a Italia en la final de la Eurocopa de 2012.

Alba es, sin duda, una de las grandes perlas que pasó por la cantera del Cornellà y demostró que fuera del Barcelona 'no hace tanto frío'. El ahora lateral zurdo del primer equipo azulgrana brilló en el Juvenil A y en el primer equipo del Cornellà con tan sólo 17 años, en el antiguo campo del club, el de la Vía Férrea, y ello le valió para llamar la atención del Valencia, que le firmó dejando 1,4 millones de euros en la caja de la entidad verde. "La primera sensación que tuve cuando me lo trajeron al Juvenil fue decir 'qué pequeño es'. Por aquel entonces el fútbol era más aguerrido, pero se hizo un sitio en el equipo muy rápido y demostró su calidad. Era muy luchador, tenía mucho recorrido y con unas cualidades tremendas", comenta a AS su entrenador en el Juvenil A, y después en el primer equipo, Diego Morata.

Tras su llegada, no tardó en despuntar y el primer equipo le citó en más de una ocasión. "Cuando yo subo al primer equipo como entrenador me lo llevo conmigo y era tremendo verle jugar. No tenía ni 18 años y era un fijo. Se ganó estar en el primer equipo desde el primer día. Era muy introvertido, muy callado, pero dejó huella en el vestuario porque era muy querido por todos. Es verdad que se llevó alguna bronca porque tenía un temperamento fuerte, pero demostró ser un gran jugador y ya tenía pinta de que le esperaba el fútbol profesional", añade Morata.

Alba todavía guarda muy buenas amistades de su paso por el Cornellà y, sin duda, una de ellas es la de Jonatan Ruiz. Compartieron vestuario en el Juvenil verde y explica "era una maravilla verle jugar. Era mediapunta y creaba una barbaridad de juego. Tenía un año menos que yo y que la mayoría de rivales y le salía todo. Era muy bueno". Ruiz, que actualmente trabaja en la Federación Catalana de Fútbol, se quedó a un paso del fútbol profesional porque, por culpa de un accidente, perdió la funcionalidad en una pierna (es jugador de la selección española de fútbol discapacitado). Mantiene contacto con Jordi Alba e incluso en el grupo de WhatsApp que tienen los jugadores de aquel Juvenil del Cornellà bromearon un día antes del sorteo con la posibilidad de que tocara un Cornellà-Barça.

Pocas palabras malas, por no decir ninguna, transmiten sobre Jordi Alba aquellos que le conocen bien. "Muchas veces no se hace justicia con él. Es verdad que era muy competitivo y no le gustaba perder ni que le cambiaran, pero era un compañero buenísimo. Era amable, humilde… tampoco era un jugador creído. Disfrutaba jugando y creo que era el futbolista que todo entrenador quería tener", apostilla Jonatan Ruiz. Quienes también conocen perfectamente a Jordi Alba son el presidente del Cornellà, Àlex Talavera, y el director deportivo, Andrés Manzano. El primero fue portero y el segundo, defensa central en el primer equipo del Cornellà y compartieron vestuario con el culé. Es más, cuando este abandonó el club rumbo al Valencia ambos estaban en la directiva: "Coincidimos como compañeros durante cuatro meses y después gestionamos su salida al Valencia. Me gusta pensar que aquí, en el Cornellà, le ayudamos a pensar que podía llegar al fútbol profesional tras salir del Barça. Se logró adaptar y con 17 años ya marcaba goles con el primer equipo y creció una barbaridad", expresa un Manzano que quiso finalizar dejando claro "era un chico que dejó muy buen sabor de boca en el club y, sin duda, se le recuerda con mucho cariño. Era muy bueno y nos ayudó a crecer muchísimo".