El Racing solo sabe ganar cuando marca el primer gol del partido
Se ha hecho con los tres puntos las cuatro veces que abrió el marcador, mientras que no ganó ninguno de los siete partidos en los que marcó primero el rival
Floyd Patterson fue un gran boxeador. Campeón olímpico cuando era aficionado y campeón del mundo del peso pesado en categoría profesional. Cuenta la historia que lo hacía todo bien, pero tenía un grave problema: una mandíbula de cristal. Si la primera gran piña del combate se la llevaba él en el mentón ya era un barco a la deriva. Como el Racing. Los números demuestran que si el Racing marca el primer gol del partido, los verdiblancos acaban ganando, mientras que, en cambio, es absolutamente incapaz de remontar. Como mucho, en dos de las siete ocasiones en las que encajó el primer tanto, ante el Portugalete en la primera jornada y en Las Arenas en la décima, fue capaz de empatar, en ambos casos de sendos cabezazos de Nana y Mantilla en jugadas a balón parado.
El Racing acaba de incorporar a su equipo de trabajo a José Miguel Manzanares, psicólogo con amplia experiencia en el mundo del deporte. No es descartable que una de las primeras tareas del torrelaveguense sea la de convencer al vestuario racinguista de que el cielo no se cae sobre sus cabezas cuando encajan un gol. Por cierto, otras de las tareas a mejorar, hasta ahora solo ha acabado con su portería a cero en cinco ocasiones (justo los cuatro únicos triunfos y el empate en Laredo), un 41% de los partidos disputados. En el último paso por Segunda B, la temporada del ascenso con Iván Ania, la portería acabó imbatida en 24 de los 47 partidos disputados, justo el 50%.