El largo castigo a Odegaard
De único 'fichaje' en verano a ser ahora el 19º en minutos del Madrid. En La Rosaleda, Zidane ni le hizo calentar necesitando la remontada... Frenazo a la evolución del nórdico.
La situación de Martin Odegaard en este Real Madrid de Zidane adquiere tintes extraños y el discurso público de apoyo de Zidane va por un lado y sus decisiones, por otro. Odegaard ha desaparecido del mapa en los planes actuales del marsellés hasta el punto de que el nórdico ni siquiera recibió la instrucción de su entrenador para calentar en un partido, ante el Athletic, en el que el Madrid caía primero 0-2 y luego acarició la remontada tras esa diana de Benzema. Ni por esas. De postre, por ‘castigo’ o quién sabe si de motu proprio en forma de revindicación personal, el noruego fue el único de los suplentes que no jugó en La Rosaleda (los otros fueron Marcelo, Militao e Isco) que saltó al césped del estadio malagueño tras la eliminación para ejercitarse con dos fisios del club. Una imagen significativa.
Lo paradójico, en teoría, es que Zidane se explayó en explicar la situación de Odegaard justo en la previa de estas semifinales de Supercopa cuando se le inquirió acerca de los poco que utiliza a su pupilo. “Es circunstancial, Martin triunfará en el Madrid”, aseguró Zizou. Entre diciembre y enero pasados a Odegaard sólo se le vieron 77 minutos en el doloroso 2-0 contra el Shakhtar en Ucrania y aún menos, 5 minutos testimoniales, contra el Celta en Liga. Nada más. Es el futbolista número 19 de la plantilla en tiempo de juego y sólo se le visto más que a Mariano, Militao, Jovic y Odriozola. Una presencia casi nula teniendo en cuenta que Zidane incluso buscó un cambio de dibujo para acomodar al noruego en una especie de 4-2-3-1 para explotar sus movimientos como mediapunta. En ese diseño de pizarra, Odegaard fue titular en La Cerámica y San Siro. De aquello han pasado dos meses y medio y parece otra película completamente distinta.
Un 'fichaje' que no juega
En especial es llamativo cuando el Madrid está dejando de lado las rotaciones y Zidane se la juega a una plantilla de 14. Odegaard ha pasado a no contar como el relevo natural de Modric que es. Tampoco como opción de alterar el partido con su creatividad. A Odegaard se le recortó el segundo año de cesión en la Real Sociedad que tenían pactado todas las partes para que fuera productivo en este Madrid 2020-21 sin James ni Bale y que no pensaba acudir al mercado por la pandemia. El resultado es que, de momento, ni se le han visto aún 400 minutos (lleva 387’) para poder evaluar su capacidad por primera vez como futbolista del primer equipo de pleno derecho. Un frenazo a la evolución que sí vino mostrando el curso pasado en el Reale Arena, donde se erigió cedido en la Real como el mejor jugador de la primera vuelta en LaLiga.
En todo caso, el run-rún en Valdebebas es que los entrenamientos del noruego no han estado a su mejor nivel en los últimos meses. Los veteranos le arropan en este momento de indefinición futbolística. “Martin tiene que trabajar duro, demostrar que puede marcar las diferencias y encontrará su hueco”, le aconsejó Modric. Mientras llega esa nueva oportunidad, Odegaard es el único que sale a sudar en La Rosaleda después de un palo que deja al Madrid sin revalidar la Supercopa. El primer título en juego, de los cuatro a los que aspiraba el Madrid a inicios de 2021, se ha evaporado mientras el club no planea fichar en enero, ha dejado irse a Jovic y Odegaard... sólo sale a correr tras los partidos.