El derbi de Luis Alberto
La Lazio triunfó en el derbi della Capitale dominando a la Roma durante todos los 90 minutos. Immobile y un doblete del español firmaron el 3-0.
El derbi della Capitale siempre promete grandes emociones y volvió a cumplir. La ausencia del público y sus tifos le ha quitado ilusión, pero este Lazio-Roma se recordará durante mucho tiempo... sobre todo en el lado biancoceleste de la Capitale. El equipo de Simone Inzaghi dominó el partido, humilló a sus 'primos' y se acercó a los puestos de Champions: ahora tiene la cuarta plaza a dos puntos y la tercera, ocupado por sus conciudadanos, a tres.
El conjunto de Paulo Fonseca se vio solo en los primeros minutos del enfrentamiento y, después, fue sencillamente irreconocible. El golpe que cambió el rumbo del choque llegó tras un cuarto de hora, cuando un pase largo de Reina (siempre intocable) llegó a Immobile, que abrió para un imparable Lazzari. El extremo italiano aprovechó un error garrafal de Ibáñez y le devolvió el esférico al punta napolitano, que abrió la lata en el corazón del área.
No hubo casi reacción romanista y entonces, en el 23', llegó también el merecido 2-0. Lazzari, otra vez él, se volvió a deshacer de Ibáñez y centró para Luis Alberto, que con un derechazo perfecto batió a Pau López. Hubo protestas por la posición de Caicedo, en fuera de juego y delante del portero, pero la dudosa decisión arbitral no le quita méritos a una Lazio demasiado superior.
El regreso de Pedro, que sustituyó a Veretout en el comienzo de la segunda parte, no sirvió para despertar a la Roma y el 3-0 pareció solo cuestión de tiempo. Llegó en el 67', cuando el recién entrado Akpa Akpro asistió otra vez a Luis Alberto, que con otro gran disparo desde lejos desató la fiesta laziale. El español, que con el doblete suma ya seis tantos en esta temporada, protagonizó una actuación que sus tifosi recordarán para siempre. Antes del pitido final, hubo tiempo también para un paradón de Reina, que le negó a Dzeko el gol del honor demostrando una vez más por qué Inzaghi le prefiere a Strakosha. Tras las palizas con Nápoles (4-0) y Atalanta (4-1), la Roma volvió a caer ante un rival directo. Y la herida, esta vez, dolerá el doble.