Antony sigue estando en el centro del foco mediático en el Ajax. Hace días recibió el premio a mejor jugador del mes de diciembre mientras se le siguen acumulando trofeos a MVP del partido. Su sorprendente gran adaptación no ha pasado desapercibida por nadie y en una entrevista a Globoesporte ha declarado no sentir ninguna presión. Es más, afirma que la presión de verdad la vivió en su infancia: "Hablando con mis representantes y mi familia, dije que la mayor presión que he sentido era cuando vivía en la favela. A las 9:00 de la mañana iba a la escuela y sólo comía algo a las 9:00 de la noche".

"Todos decían que haría mucho frío, se hablaba otro idioma... y desde que sabía que iba a fichar por el Ajax estaba preparado para todo eso. El frío no se interpondría ante nada y nos acostumbramos rápido. Me preparé mentalmente para adaptarme bien", aclaró sobre su llegada a Ámsterdam, una ciudad tan distinta a Sao Paulo.

Antony

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Además, y como ya comentó en su entrevista con AS en noviembre, habló sobre las facilidades que le ha dado tener a un compañero como David Neres, también ex de Sao Paulo, y el preparador físico, Alessandro Schoenmaker, otro brasileño. 

Otro de los temas que abordó fue el cambio físico que necesito para dar el salto a Europa. En la charla con este periódico confesó que durante la cuarentena estuvo trabajando con un miembro del cuerpo técnico para marcar más goles y ahora explica en qué se tradujo ese trabajo: "De 62 kilos pasé a 69 de masa muscular. Estaba concentrado todos los días y pensando en llegar aquí preparado". Un cambio físico que se está demostrando en estos primeros meses en el fútbol europeo que fue un completo éxito.