Gerard, en la casa de Aspas
La baja del moañés deja desnudo al Celta. Nolito entró en la lista a expensas de recibir el alta médica a última hora. Capoue debutará con Emery.
Seguro que Luis Enrique tenía marcado en rojo el duelo de esta noche en su calendario de seleccionador (sigue el partido en directo en AS.com). Porque hoy era el día para ver frente a frente a los dos mejores delanteros españoles del momento, por no decir de los últimos años. La batalla de las zurdas prodigiosas de Aspas y Gerard Moreno se presentaba como un duelo épico. Sin embargo, no será posible por la baja de Iago Aspas, que deja huérfano a un Celta que no sabe vivir sin su estrella.
Y para muestra, un botón. Primer partido sin el moañés, ridículo mayúsculo. El Celta arrastró su escudo por Ibiza y ahora Coudet necesita recuperar crédito tras su primera gran debacle como técnico celeste. El desafío será importante porque además de Aspas, Nolito llega tocado y tampoco estará Tapia por sanción y porque el rival es de entidad.
Emery también tiene bajas, como la del capitán Mario Gaspar o el goleador Paco Alcácer, pero su fondo de armario es mucho más amplio. Todas las miradas están puestas en el talentoso Gerard Moreno, pero el Villarreal está destacando por ser un equipo fiable desde su portería hasta la contraria, con gente de nivel como Parejo, Moi Gómez o Pau Torres y chavales brillantes como Yeremi Pino o Fer Niño. El Submarino desborda talento y esta noche intentará aprovechar el primer momento de crisis de la era Coudet, cuando surgen las primeras dudas.
La resaca de Ibiza persiste en Vigo. Para más inri, la decisión de marginar a Sáenz y Costas ha supuesto una nueva polémica. Después de firmar el mejor diciembre de la historia del club, el Chacho se ha encontrado con su primera tormenta. Según como salga de la misma, vislumbrará un destino u otro: Europa o la permanencia. El Villarreal, por su parte, tiene la oportunidad de casi eliminar a un potencial rival directo. Eso sí, el duelo no será tan dramático como el de hace dos años, cuando ambos luchaban angustiosamente por salvarse.