Lleida: "Estoy enamorado del proyecto de Alajuelense"

Agustín Lleida (Monzón, 1985) ha cambiado la historia de Alajuelense. El club costarricense vagaba sin rumbo hasta el fichaje del español en 2018. "Cuando llegué, me di cuenta de que había que cambiarlo todo", recuerda Lleida, quien transformó todo el fútbol base y posteriormente dio el salto al primer equipo. Bajo su dirección deportiva, La Liga conquistó a finales de 2020 el Apertura de Costa Rica, acabando así con siete años de sequía y regresando un lustro después a la Liga de Campeones de la CONCACAF. "Se acabaron los fantasmas, se acabaron los memes, acabaron los palos... Fue un momento de paz interna. De decir: 'Lo conseguimos, a partir de aquí ya es otra película'".

Entiendo que ganar el Apertura fue una liberación enorme.

Ha sido el reconocimiento al trabajo de mucha gente. El semestre antes de que entráramos el equipo ni clasificó a la fase final. No solo llevaba muchos años sin ser campeón, también llevaba muchos años sin estar en CONCACAF, y por suerte ya salimos de esa. Somos campeones, estamos en CONCACAF y creo que La Liga ya está en el sitio en el que debe estar.

Le vi celebrar el título con mucha efusividad. ¿Cómo recuerda ese momento?

Es el momento en el que se devuelve todo el esfuerzo. No mío, de mucha gente. Las noches sin dormir, estar lejos de España sin ver a tu gente, pelear todos los días, recibir muchos palos... Respondimos al apoyo de la directiva y de la afición. Cuando agarré el título sentí paz. Por fin acabó toda esa presión de los siete años sin ganar. Se acabaron los fantasmas, se acabaron los memes, acabaron los palos... Fue un momento de paz interna. De decir: 'Lo conseguimos, a partir de aquí ya es otra película'.

¿Cómo está creciendo Alajuelense?

Hemos desarrollado una ciudad deportiva de primer nivel. Hay equipos de la Primera División de España, ya no solo de México, que no tienen esta ciudad deportiva. Hemos ido creciendo mucho en estos dos años y medio. Empezamos con un proyecto que era ir estructurando el fútbol base y tras un año lo conectamos con Primera División. Todo el club trabaja en una misma línea, con una metodología establecida. Y nos va bien.

¿Qué fue lo primero que cambió?

Todo. Después del primer semestre sacamos el 80% de los entrenadores del fútbol base, todos los preparadores físicos y de unos 180 jugadores que había en el fútbol base sacamos 100. Habíamos hecho una visoria por todo el país y cambiamos todos los cuerpos técnicos y más de la mitad de las plantillas. La reestructuración fue completita. A nivel de infraestructuras hemos crecido mucho. Tenemos una infraestructura impresionante y estamos acabando una residencia con 50 habitaciones dobles para que vivan allí los mejores jugadores jóvenes de Costa Rica.

¿Tan mal estaba todo?

No había un rumbo. Había gente que estaba aquí por hobby. No era su vida y tuvimos que buscar un perfil de gente joven que no tuviera mucha experiencia pero tuviera muchas ganas. Gente recién salida de la Universidad que quisiera crecer y a la que no le importara estar aquí ocho o diez horas al día. Gente que, sin mirar el reloj, tratara de empujar el proyecto hacia adelante. A nivel de jugadores, había muchos que no tenían nada que hacer en el club. Llevaba muchos años y no se tomaban decisiones sobre ellos. Fue muy importante cambiar eso porque puedes trabajar muy bien, pero si no seleccionas el talento sobre el que trabajas va a ser difícil recoger frutos.

¿Agustín Lleida tiene días libres?

No. No tengo un día libre a la semana. Tengo un día libre al mes. Es muy complicado porque si no juega la primera juega la segunda, si no hay liga menor. Si lo deportivo está tranquilo hay cosas de comercial... Pero no cuesta porque haces lo que te gusta. Cuando me levanto no digo: 'Voy a trabajar'. Voy encendido para el club porque tengo mil cosas que hacer y me encanta lo que hago.

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¿Cómo es su día a día?

Mis días son muy parecidos. Es muy intenso. Hoy me levanté a las 4:30, llegué al club a las 5:15, hice una hora de gimnasio para cargar las pilas, a las 6:30 desayunamos con el equipo, a las 7:30 el equipo entrena, después contesto a algunos correos electrónicos, luego voy a ver la parte final del entrenamiento y al final los jugadores si necesitan hablar conmigo me agarran de manera más relajada. Después vuelvo a la oficina. Suelo tener reuniones, tanto internas como externas. Me voy a dormir muy pronto. Llego a casa sobre las siete, me tumbo en la cama, leo las redes y a las nueve estoy cadáver.

¿Cómo maneja el dilema de tener que reforzar la primera plantilla y, a su vez, promocionar jugadores jóvenes?

Hice la de Florentino Pérez, la de 'Zidanes y Pavones'. Trajimos a Bryan Ruiz, que es el capitán de la selección de Costa Rica y volvió a casa después de 14 años, y a su vez fichamos al suplente de Keylor en la selección, Lionel Moreira, o a Johan Venegas, que viene de Saprissa, el gran rival en Costa Rica. Jugadores o muy contrastados, o jugadores que vienen de abajo de la cantera. Aquí decimos 'Bryans y Aguileras'. Es como hemos ido dándole protagonismo a los jóvenes sin dejar de reforzar la plantilla con el objetivo de ganar títulos.

¿Es difícil trabajar en Costa Rica?

Alguno puede pensar que en Costa Rica, al ser un país pequeño, el fútbol es muy tranquilo. Pero no. El fútbol aquí es lo principal. No hay Gran Hermano, no hay Operación Triunfo, no hay tenis, no hay Formula 1, no hay otras cosas con las que la gente pueda entretenerse. Aquí es fútbol. 100% fútbol. Todo lo que se haga en el fútbol es noticia. Y no solo lo que pasa en el campo. Lo que pasa fuera del campo es la farándula del país. Cualquier rueda de prensa se convierte en la noticia del día.

¿Qué hace para evitar que le afecte el ruido exterior?

Cuando hay que tomar decisiones bravas elimino de mi móvil Instagram, Twitter, Facebook... Las dos semanas que tienes que tomar decisiones hay que eliminarlo todo y no dar ninguna entrevista. Porque puedes decir que quieres que se quede un jugador, pero si te llega una opción mejor estás comprometido frente a la gente. Tampoco leo nada porque puedes creer que no te afecta, pero es imposible. Si tres millones de personas te están diciendo lo que tienes que hacer, al final puede ser que te dejes llevar. Porque somos humanos. Lo mejor es no estar conectado y hacer lo que realmente tu piensas. Tu tomas las decisiones teniendo más información. Hay variables que la gente no controla.

En su día le acusaron de vender humo, ¿cómo lo lleva?

Antes de mi llegada estuvo aquí otro español, Benito Floro. No cuestiono su trabajo, pero no fue bien para él en liga. Dos años después de que le fuera mal a un español llegó otro al que no conocían y desde el principio me etiquetaron. Cuando hay un cambio la gente duda. Es normal. Lo único que se puede hacer es trabajar y obtener resultados, porque hablando no les vas a convencer. Siempre van a quedar detractores, pero tengo mucho apoyo. Lo siento vaya donde vaya. En cualquier lado del país siempre hay liguistas que están muy agradecidos.

Llegó a estar en contacto con el Huesca, ¿le gustaría regresar a España?

Ojalá que sí. No tengo prisa, pero sí se da estaré muy feliz. Acabo contrato en junio, pero seguramente siga por aquí porque estoy muy casado con este proyecto. Estoy enamorado de él y estoy encantado en Costa Rica. Es un país maravilloso, la afición es maravillosa y nos trata con mucho cariño. Y el club nos ha dado todas las herramientas necesarias para trabajar. Entonces por qué movernos de un sitio en el que estamos tan contentos.