COPA | MARBELLA 2- REAL VALLADOLID 3
El Marbella hace sudar el pase al Real Valladolid
Los andaluces se levantaron dos veces y provocaron la prórroga en el tiempo añadido. Óscar Plano, con un doblete, terminó siendo decisivo.
Bajo el agua de Andalucía, el Real Valladolid sudó la gota gorda para certificar su pase a la siguiente eliminatoria de la Copa del Rey. El conjunto blanquivioleta se adelantó en dos ocasiones durante el tiempo reglamentario, pero el bravo Marbella se levantó ambas veces para conseguir empatar, la segunda, en el tiempo añadido. Óscar Plano, con un doblete, terminó siendo decisivo para los vallisoletanos, que lamentaron no haber cerrado el partido antes, en alguno de los disparos al palo que tuvieron, y sufrieron para pasar.
Avisó el cuadro malagueño en los primeros compases, con un tímido testarazo de Óscar García y a través de una acción de Planas. Sin embargo, la ocasión más clara antes del ecuador del primer tiempo llegó de las botas de Ortuño, que puso en aprietos con una volea a Roberto. El madrileño, sin embargo, reaccionó bien y evitó el tanto marbellí, como haría poco más tarde Santomé con el disparo de Óscar Plano. Waldo conectó con él en la frontal y pegó un zurdazo bien despejado a córner.
No acababa el Real Valladolid de tener fluidez en el juego, debido a la presión elevada de los locales; no obstante, mandaba, con permiso de los arreones del rival, que, valiente, buscaba la profundidad por los costados. Con todo, la igualdad fue máxima, al no ser capaces los blanquivioletas de materializar las ocasiones de que dispusieron, más numerosas que las de su rival, aunque sin gran claridad más allá de la mencionada de Plano.
Sergio González se guardó en el descanso a Joaquín. El Marbella salió en la segunda mitad con la misma intención de ser vertical, consiguiendo poner en entredicho a Vilarrasa en una acción en la que los 800 aficionados que asistieron al Lorenzo Cuevas pidieron un penalti que no hubo. Ese brío malagueño no se apagó ni con el 0-1, obra de Zalazar. El mediapunta definió bien de primeras un buen servicio de Waldo, que había iniciado el encuentro en la derecha y se cambió a la izquierda para crecer y poner esa asistencia.
Pocos minutos después, un pase vertical filtrado a la espalda de la defensa por Bernal acabó con un penalti cometido por Roberto, que se precipitó yendo al suelo, propiciando que Granero tuviera la ocasión de empatar. No la desperdició, y confirmó los aprietos del Pucela con la igualada, pues entre Bernal y Granero empezaron a desdibujar el centro del campo vallisoletano. Por suerte, frente a esos apuros, apareció Óscar Plano.
Waldo Rubio volvió a encarar por su par en banda izquierda y volvió a salir ganador, y vio el buen desmarque hacia el primer palo del '10'. Fue tan bueno el movimiento que le permitió desasirse de su marca y ponerse en franquía para marcar el segundo. Escasos minutos después, el Pucela pudo sentenciar, por mediación de Vilarrasa, que lanzó un eslalon por dentro que acabó con un disparo despejado por Santomé.
De hecho, aunque la sensación de querer mandar era de los marbellíes, lo cierto es que esto no se traducía en ocasiones. Sí las tuvieron Toni Villa y Sergio Benito con sendos disparos al palo, que acabaría lamentando el conjunto de Primera. Y es que cuando parecía que el partido moría, Gudiño igualó la contienda en el tiempo complementario, cazando en un rechazo de una acción a balón parado que no pudo alcanzar Roberto.
Un error decide en medio de la igualdad
El Marbella no concedió demasiados errores durante el partido; cuantas acciones de peligro llegaron fueron porque el Pucela dio cuenta de su calidad de Primera División. El único fallo claro fue el que propició el 2-3, otra vez obra de Plano, que se quedó solo frenta a Santomé tras un desajuste defensivo de los marbellíes.
Fue ya en la segunda mitad de la prórroga, después de que en la primera se mantuviera la igualdad, fruto del arrojo de los locales, a los que les faltó oxígeno en el último tercio, aunque no voluntad. Y es que si en la previa el partido se anunciaba ya como un déjà vu, lo fue prácticamente hasta el final, con la diferencia de que en esta ocasión los blanquivioletas no necesitaron de la tanda de penaltis para conseguir un triunfo sufrido, que les sitúa, no obstante, en la siguiente eliminatoria copera.