Alberto: "Cuando pasa el tiempo y sigues fuera, no es buena señal"
El portero continúa recuperándose de una lesión de rodilla que le ha tenido de baja más de un año. "Al Rayo lo veo muy bien, con una plantilla de nivel y un técnico con las ideas claras". dijo.
El 27 de septiembre de 2019 comenzaba la pesadilla de Alberto García y, quince meses después, ese mal sueño aún colea. El guardameta y capitán del Rayo sufría una lesión en el cartílago de su rodilla izquierda que le obligó a pasar dos veces por el quirófano y que todavía le tiene alejado de los terrenos de juego. "No es mi mejor momento. Desde que los doctores me detectaron lo que tenía fueron muy claros conmigo sobre lo difícil que era esta lesión, pero cuando ves que pasan los meses y sigues alejado de los compañeros y que te cuesta evolucionar... No ha sido un año sencillo", confiesa en una entrevista para Diario Córdoba.
Una situación difícil de encajar para un jugador al que, hasta aquel momento, habían respetado las lesiones. "Había tenido mucha suerte con eso. No estaba acostumbrado a estar fuera del día a día y me llegó de la noche a la mañana. Soy consciente de que cuando llevas muchos meses separado del terreno de juego y sigues así, no es buena señal. Mi vuelta sigue en espera y eso para un deportista no son buenas noticias", explica el catalán, que sigue muy involucrado en el vestuario: "Al Rayo lo veo muy bien. Este año estamos gozando de más suerte en cuanto a resultados, que sirve para mantener una regularidad que nos ayuda a estar arriba. Tenemos una plantilla de nivel y un entrenador con las ideas claras".
Alberto mira al futuro más inmediato y piensa en la recuperación para volver a vestir la Franja, pero no le asusta el día en que tenga que colgar los guantes. Lleva años formándose para poderse labrar otro camino cuando el del fútbol en activo se acabe. "Espero que se demore mucho ese adiós, pero cuando llegue me gustaría trabajar en algo relacionado con la gestión integral de clubes, direcciones deportivas, con ayudar a la industria. No gestionar sólo tecnología o recursos materiales. El primer recurso del fútbol es el ser humano, las personas", esgrime el cancerbero, quien está terminando un Grado de Derecho en la Universidad Camilo José Cela y posee un Máster en Gestión Deportiva SBA en Garrigues, centro donde además estudia un curso de Protección de Datos.
La importancia de la formación
"Pronto entendí que cuando mi carrera pasara a otro ámbito, el haber sido futbolista era sólo un valor añadido. Mi intención era acompañarlo de un sostén formativo. Es más, estar vinculado a cursos, proyectos formativos, seguir creciendo en ese ámbito, me ha ayudado a que la mente tenga esa vía de escape en mi lesión. Al no poder crecer deportivamente, me sentía realizado creciendo en otro ámbito", explica el portero vallecano, que también habló sobre esta faceta en EFE: "Un club de fútbol tiene un elemento diferenciador respecto a otras empresas, los sentimientos que despierta. Conocer el entorno es primordial".
Incluso reflexiona sobre las Redes Sociales: "Los jugadores que se forman no llaman la atención en Redes. El dinero o el lujo tienen una repercusión que crea una imagen generalizada, pero cada vez hay más futbolistas que buscan otra cosa. Dentro de un vestuario existe una gran diversidad. Y las Redes bien llevadas, con mesura, ayudan a conocer una parte de ti. Es un canal para expresarte y para que te lleguen las opiniones que, a lo mejor, uno no quiere oír".