Las Palmas
Toni Cruz: "En Las Palmas, a nuestro nivel, tocamos la cima"
"Estaba contaminado de mí mismo", dice de su salida de la entidad insular. El director deportivo del Albacete presentó hoy "Relatos para un aficionado".
Llegó ayer a Gran Canaria y el día 26 regresa a Albacete con su familia. Ni que tuviera una agenda más apretada que la de su día a día en el Carlos Belmonte, Toni Cruz, ex director deportivo de Las Palmas que ahora ejerce en el Albacete, presentó esta tarde su libro Relatos para un aficionado, editado por Cam-PDS Editores / CanariaseBook y tuvo tiempo de charlar con AS.
"Me voy a Albacete porque me apasiona. Para los de mi generación, es el Albacete del Quedo Mecánico, de Benito Floro, de Salazar, de Catali, de una metodología y forma de juego… De manuales como los de Ricardo Olivos Arroyo. Son 80 años de historia. Quería empaparme de ella", reconoce.
Dos años y medio después, sigue pensando que hizo lo correcto al marcharse de Las Palmas: "Volvería a salir porque, en aquel momento (lo piensa)... Llega un momento en que uno está contaminado de sí mismo. Necesitaba oxigenarme".
Acabamos de presentar “Relatos para un aficionado”. ¿Qué nos podemos encontrar dentro?
Realmente, es el primero de una seria que vamos a sacar. Son vivencias, anécdotas… Determinados aspectos que me han ido ocurriendo y que he querido tatuar con letras y compartirlo con todo aquel que se quiera acercar a vivir esa experiencia.
Usted lleva alejado de los focos, que no parado, desde que salió de Las Palmas en mayo de 2018. ¿Por qué este libro ahora?
Lo tenía terminado hacía tiempo. Ahora lo he terminado de hacer con algunos acontecimientos que han ocurrido con el COVID y que he querido, de alguna manera, dejar mi opinión y alguna vivencia. No ha tenido nada que ver (sonríe). Ya publiqué un libro específico el año pasado, cuando entrenaba en la década de los 90, y ahora este es mi primero en género narrativo. Vendrán más, y también alguno específico en el que estoy trabajando. Es una de mis pasiones. Desgraciadamente no le puedo dedicar todo el tiempo posible, pero me encanta escribir. De alguna manera he querido compartir esto con todo aquel que se quisiera acercar al texto.
¿Es este libro como si fuera una liberación o exorcismo para usted?
No lo veo así. El fútbol, muchas veces, es endogámico; se alimenta de lo propio. Comento también en el libro que no soy un hombre de fútbol, por así decirlo, entendido como aquel que ha jugado anteriormente. Al hombre de fútbol, entendido como tal, a veces le cuesta trasladar. En otros deportes ves que la gente se aproxima más, cuenta más cosas, traslada lo que ha aprendido y conocido. Quizás por eso tengo ese punto, como decía mi ex presidente (Miguel Ángel Ramírez), pedagógico para trasladar cosas. Creo que los que estamos en el mundo del fútbol, los que hemos entrenado, estamos tratando de trasladar conocimiento, un modelo de juego en el que crees… Al final estás compartiendo cosas con aquellos que tienes alrededor.
Recordando el final de su etapa en Las Palmas, y sobre ello habla en el libro, ¿considera que se fue injusto con la figura de Toni Cruz? Para lo bueno nunca salía en la foto. Para lo malo, todos los palos parecía llevárselos usted.
Uno es diana de los acontecimientos. No sé lo que se siento… Lo que sí siento es lo que mi madre me decía: “Alguien vendrá que bueno te hará”. Sí he tenido siempre esa sensación.
¿Su etapa en Las Palmas acabó como debería?¿Merecía otro final acorde a todo el trabajo realizado?
Sí es verdad que acabé con mucho desgaste, y esa fue la principal razón. Pero también es que fueron muchos años, 10, en la UD Las Palmas, además en diferentes roles. Es verdad que dirigiendo el área deportiva como máximo responsable fueron siete años. Ese desgaste provocó mi salida, pero lo volvería a hacer. Volvería a salir porque, en aquel momento (lo piensa)... Llega un momento en que uno está contaminado de sí mismo. Necesitaba oxigenarme. Es el equipo de mi ciudad, el equipo que de pequeño me llevaba mi abuelo y me colaba por los tornos, como cuento en el libro. Al final creo que es necesario coger oxígeno. Al igual que en el juego necesitas esos cambios de orientación, que des respiro al equipo, también nosotros necesitamos cambiar nuestro juego y tener otro tipo de experiencias.
Diez años en el club de su vida, y más teniendo una importancia capital en el organigrama, tienen que dar para mucho. ¿Cuáles fueron su mejor y su peor momento en Las Palmas?
No sé… Buenos momento hubo, y bastantes. Sinceramente, me parece que sobre todo los años de Segunda División en los que fuimos mejorando deportivamente y económicamente hasta alcanzar esas tres finales… Quizás, el mejor recuerdo que tengo es el del ascenso. Y el peor, el no ascenso del Córdoba. Fue durísimo. Pero hay más buenos recuerdos. Para mí, ver ese impacto mediático que supuso el fichaje de Prince Boateng, el de Vitolo, de Jesé…
De ellos habla también en “Relatos para un aficionado”.
(Sonríe). Así es. Creo que fueron muchos momentos buenos. De alguna manera se nombraba a la UDLP por todos lados. Creo que llegamos a tocar la cima a los niveles que podemos. A partir de ahí solo queda empeorar. Tuve la suerte de vivirlo.
Usted estaba tranquilo, viviendo en casa, recuperando vida familiar perdida. ¿Se ha preguntado alguna vez acerca de la necesidad que podía tener de irse a Albacete? Un equipo que, además, estaba en descenso.
Me pudo el reto y esa necesidad de demostrar, sobre todo a los míos, que soy un profesional. Hay veces en las que el rostro de Toni Cruz como profesional se asimila única y exclusivamente a la UD Las Palmas. Como entrenador tuve muchísimas experiencias en muchos clubes, y en la gestión creo que tenía la necesidad de que la gente y las personas del fútbol vieran también mi rostro vinculado a otras entidades. Y sobre todo, me voy a Albacete porque me apasiona. Para los de mi generación, es el Albacete del Quedo Mecánico, de Benito Floro, de Salazar, de Catali, de una metodología y forma de juego… De manuales como los de Ricardo Olivos Arroyo. Son 80 años de historia. Quería empaparme de ella y, sobre todo, ver si tengo la posibilidad de ayudarse en la Liga de Fútbol Profesional asumiendo un reto muy complicado
Puesta de largo.
Cumpliendo escrupulosamente con todas las medidas exigidas por el Servicio Canario de Salud, y además con la presencia de las 100 personas permitidas, esta tarde tuvo lugar, en el RCNGC (Real Club Náutico de Gran Canaria) la presentación de “Relatos para un aficionado”, el primero de varios libros que Toni Cruz, el actual director deportivo del Albacete y ex de la UD Las Palmas, pretende acercar, “a todo aquel que lo quiera compartir”, vivencias suyas en primera persona tras tantos años de banquillo y despachos.
Con la participación de Jesús Alberto Rodríguez (jefe de Deportes de Televisión Canaria), Martín Alonso (jefe de cultura de La Provincia) y Pablo Checa (redactor del Diario AS en Canaria), Cruz mostró una faceta hasta la fecha casi desconocida. “Me encanta escribir. Mucha la culpa la tiene mi padre (Antonio Cruz, un reputado periodista grancanario). Pero también me encanta contar vivencias, y ahí la culpa la tiene mi madre”, desveló el máximo responsable deportivo del Albacete. “En mis textos pretendo hacer tatuajes de las situaciones que he vivido”, añadía ante un auditorio lleno.
Reconoció, además, el trabajo concienzudo que hay detrás del libro: “Esto que he escrito y acumulado es el resultado de muchos años de trabajo. A mis alumnos siempre les digo que guarden todo, que tengan todo apuntado. También me pasa con mis hijos”. Asimismo, hizo a un viaje a sus años mozos en los banquillos, en la década de los 90 del siglo pasado, cuando hizo carrera en los banquillos de La Palma. “Cuando entrenaba en Tazacorte me llamaban ‘Remington Steele’ por la manera que tenía de hacerles ver a los futbolistas lo que queríamos”, recordó.
En Relatos para un aficionado se recoge buena parte de su paso por los despachos de Las Palmas. Tantos años, tantos recuerdos; imposible no hacer balance, como antes hizo con AS. Aunque pudiera parecer contradictorio, vio el vaso medio lleno al recordar la desgraciada tarde de junio de 2014 con aquel dramático no ascenso contra el Córdoba. “Es de los momentos más duros que recuerdo”, aseguró. Sin embargo, no todo fue malo: “Creo que pasó en el momento adecuado. Si Las Palmas llega a ascender, no tengo tan claro que hubiera pasado tres años seguidos en Primera División. Cuando ascendimos, en 2015, se alinearon todos los planetas, pasábamos a cobrar mucho más dinero por derechos de televisión… Creo, y es una impresión personal, que el club, un año antes, no estaba preparado para el éxito”.
Reconoce que pronto vendrá un segundo libro, “De los terrenos a los despachos”, en consonancia con el anterior. Adelantó, también, el nacimiento de una web propia, “Los secretos del fútbol”, con cursos de formación, un blog audiovisual llamado “La huella del fútbol…
Antes de despedirse, recordó su salida de Las Palmas. Dos años y medio después sostiene que hizo lo correcto. “En mi última etapa en la UD estaba realmente enfermo. Gané muchísimo peso, dormía muy poco, comía menos y a cualquier hora…”, recordó. Así ejemplificó las bondades de salir del club por decisión propia, como también cuenta en el texto: “Con el apego que tengo al club la responsabilidad era doble y el desgaste, terrible. Apenas dormía 2-3 horas por todo lo que me desvelaba. Cuando al día siguiente de dejarlo me desperté a las 11 mi mujer empezó a entender que había tomado la decisión adecuada”. Habrá que esperar unos meses para saber si en Albacete sucede lo mismo.
