ATLÉTICO DE MADRID

Una victoria de quilates

El Atlético mostró su versión más segura en defensa, con un único remate a puerta en contra y fue contundente arriba. El equipo crece, con todos afinados.

Los jugadores del Atlético celebran un gol.
ANDER GILLENEA
Sergio Picos
Nacido en Madrid, desde niño ha vivido en torno a un balón de fútbol. Pisó por primera vez AS en en verano de 2014 y nunca se fue. Ha ido conociendo las diferentes secciones del periódico. Graduado en periodismo, cubre la actualidad del Atlético de Madrid y todo aquello vinculado al club rojiblanco: partido, viajes, entrenamientos, actos...
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El Atlético se llevó los tres puntos de un Reale Arena que siempre supone un dolor de muelas para los rojiblancos y donde se habían cosechado tres derrotas en las cuatro visitas anteriores. Y así de áspero se preveía el partido, donde la Real Sociedad buscaba una victoria para volver a igualar a puntos a los colchoneros en lo más alto de la tabla. Pero el equipo de Simeone mostró su versión más contundente. En las dos áreas, aprovechando las ocasiones que generó e impidiendo a los txuri-urdin probar a Oblak hasta los últimos instantes.

Una roca en defensa, con una interpretación fantástica tácticamente de las necesidades del equipo, pasando de los tres centrales a la línea de cuatro según fue avanzando el encuentro con un Hermoso que se encuentra en su mejor momento de rojiblanco y que al que se le vio muy cómodo también en el lateral izquierdo. Tenía cerrando a Felipe, de vuelta a su mejor versión de la temporada pasada y que cuando está así es prácticamente insuperable y a Savic, que ha cuajado un 2020 fantástico. Pero el encuentro defensivo del atlético fue notable del primer al último jugador.

Algo que permitió dejar a la Real Sociedad, que iniciaba la jornada en lo más alto de la tabla de goleadores junto al Real Madrid y al Barcelona, con un único disparo peligroso en todo el partido, de falta directa a falta de menos de diez minutos para el final. Oblak vivió muy cómodo gracias a un trabajo coral de un equipo que comenzó presionando arriba, mención especial para el trabajo de Lemar, y se fue replegando, pero manteniendo una concentración máxima. Carrasco en la izquierda ayudando a Hermoso y Correa en la derecha junto a Trippier, Koke como ancla con la colaboración de Llorente y Lemar por el medio y Suárez esperando arriba a poder bajar un balón de espaldas y provocar alguna falta que sacase al equipo.

En los minutos que peor lo pasó el Atlético, consiguió salir indemne gracias a un ejercicio atrás impoluto. Y tras el descanso se volvió con la misión de a presionar de nuevo arriba para tratar de generar peligro sobre la meta de Remiro. Muy pronto llegó el premio, recuperando además una faceta del balón parado que se estaba atragantando. Centro magnífico de Carrasco al desmarque y testarazo de Hermoso imposible para el guardameta de la Real Sociedad. En la primera parte el propio central había peinado en el primer palo un córner que casi supone el gol de Suárez, demostrando que cada vez aporta más también en ataque.

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Pero, el Atleti de esta temporada no renuncia al segundo gol cuando consigue el primero. Y, aunque continuó metido atrás, trató de salir en cada ocasión a la contra principalmente gracias a la infatigable versión de Carrasco, un puñal por la izquierda. Finalmente Llorente consiguió ampliar el marcador tras una jugada elaborada por ese costado, con participación de Suárez en el área y un zurdazo de un centrocampista que un año atrás jamás hubiese imaginado estar aportando tanto en los metros finales. El Atlético se llevó los tres puntos para continuar en lo más alto de la tabla y dio además sensaciones de una solidez clave para poder ser candidato al título. 

Tres puntos de oro en estadio complicadísimo donde, sin contar con João Félix arriba ni Giménez atrás, se llevó a cabo un ejercicio sobresaliente de contundencia en las áreas, con la sensación de jugarse siempre a lo que quiso Simeone. El técnico tiene grandes noticias en lo que marcha de curso, donde las cifras goleadoras se han disparado respecto a la temporada pasada (26 tantos en 13 partidos) y en defensa se sigue haciendo historia (solo cinco tantos en contra). La plantilla está enchufada, jugadores que eran secundarios como Hermoso, Herrera o ahora Lemar han dado un salto enorme y la competencia interna es cada vez mayor. Pensando ya en el Getafe (día 30), el Atlético y Simeone tienen motivos para pasar una Navidad con la sonrisa en la boca con unos números que permiten soñar por las cotas más altas. 

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