De los ogros al norte extremo
El Madrid se mide con el Eibar, el equipo de fútbol más directo de toda la Liga. Asensio, que aún no ha marcado ni asistido este curso, apunta a titular
Llega el llano para el Madrid, que no ha sido rodador esta temporada, y tampoco estará Hazard, que en Ipurua se acercó más que nunca a su precio hace trece meses. Ya se entrena con cierta a normalidad, pero después de nueve lesiones el Madrid le trata como si fuera de porcelana. También se caen Vinicius, por una indisposición estomacal, e Isco, con un golpe en el tobillo. Así que el semáforo vuelve a estar verde para Asensio.
El balear lleva todo el curso a cola de pelotón pese a que Zidane no tira la toalla. Le puso en diez de los doce partidos de la pasada temporada, a su regreso de la gravísima lesión que sufrió diez meses antes en Estados Unidos. Y ha insistido con él en esta sin éxito, al punto de que fue suplente en los cuatro partidos gigantes de los últimos once días. En los ratos que tuvo ante Athletic y Atlético no disparó a puerta, no intentó ningún regate y perdió cinco balones. Ni un gol ni una asistencia en todo el curso cuando promediaba nueve de lo uno y seis de lo otro en sus tres temporadas previas a la lesión. La transición empieza a hacerse muy larga.
La rotación
También puede ser momento para repartir esfuerzos después de cuatro partidos extremos. Volverá Casemiro, tras cumplir sanción, y quizá Kroos o Modric paren. El croata, de 35 años, ha disputado 26 partidos sin descanso en menos de tres meses. Mientras, Marcelo, que no ha jugado un minuto en estos cuatro partidos de la verdad ni en la Champions, puede tener una opción. A menos rival, más oportunidades es su horizonte, aunque el Madrid siempre temió al norte en invierno (sigue el partido en directo en AS.com). Así que ahí, en el territorio de Ramos, no tocará demasiado Zidane. También engorda el banquillo, con Odegaard, Jovic y Mariano.
Enfrente estará el Eibar, el equipo más peculiar de LaLiga, que trae viento del norte y unos registros sorprendentes: sería colista si sólo contaran los partidos de casa (4 puntos) y estaría en Champions si únicamente sirvieran los de fuera (13). Con lo uno y con lo otro viaja en zona templada, más cerca de Europa que del descenso después de un mal comienzo. Es buen balance tras haber perdido este verano a Ramis, Escalante y Orellana, tres pilares.
El factor Bryan Gil
Lo compensa casi todo Bryan Gil, quizá el futbolista español más brillante de su generación (cosecha 2001). De Barbate, con 19 años ya ha recorrido todas las estaciones de las selecciones inferiores. Fue campeón de Europa con la Sub-19 y es habitual en la Sub-21. El Sevilla, su propietario, lo cedió al Leganés la temporada pasada, donde ya le marcó un gol al Madrid. En el Eibar es imprescindible. "¿Cómo ha podido dejar el Sevilla escapar a un jugador así?", se sorprende su compañero Correa. Muchos le ven el nuevo Silva, que ya hizo su Erasmus aquí, con Mendilibar y un Eibar en Segunda. "Es diferente a lo que hemos tenido y tenemos", dice el técnico.
Un artista en medio de un equipo de altos hornos, el que más balones pierde y más recupera, el que juega más en largo, el segundo que más centros manda el área, el que hace el 56% de los goles a balón parado y sólo ha encajado uno de esta guisa, el que tiene al futbolista que acude a más disputas (Kike). Al partido llega con la defensa muy mermada. Son baja Correa y Oliveira, por lesión, y Burgos, su máximo goleador, por sanción. Ahí tendrá que remendar mucho Mendilibar, un entrenador a medida del equipo. Su índice de supervivencia (cinco años y medio en Ipurua) está muy por encima del de su especie.