Crusat, el 'perico' que triunfó en Almería y se olvidó de Drenthe
Formado en el Espanyol, se convirtió en el tercer jugador del club andaluz con más partidos en Primera y ahora inicia su etapa de entrenador.
Seguro que pericos y almerienses coinciden en destacar la velocidad como la cualidad más icónica de Albert Crusat, quien militó en ambos equipos y colgó las botas hace ya "siete temporadas". Pero, en cambio, no estarán de acuerdo en la huella que dejó el extremo izquierdo en ambas entidades. En el Espanyol se formó desde los siete años pero no cuajó en el primer equipo ("me lesioné, llegó Clemente, no me vio jugar y me tuve que ir") y en cambio en el Almería es historia: es el tercer jugador con más partidos en Primera.
Este domingo verá el partido (16:00, RCDE Stadium) como amante del fútbol y se muestra convencido de que "se marcarán muchos goles. Ambos equipos juegan parecido y son claros candidatos al ascenso. Ojalá ambos lo logren". Y se confiesa como apasionado, a la par que entrenador: "Lo veo todo, tengo a la mujer amargada", explica.
Nacido en Barcelona, Almería se cruzó en su vida después de pasar por Rayo Vallecano y Lleida. Y allí se enamoró. También del fútbol. "En Almería es donde fui mejor jugador y gocé de entrenadores como Emery o Lillo", explica. "La gente que viene a Almería, se queda. Quizás es por las tapas, por el clima que hay todo el año... En mi caso fue también porque conocí a mi novia, que es de Granada, y nos compramos una casa y aquí vivimos. Tengo los amigos, la familia y el fútbol", relata.
Ahora pasa los días como entrenador del Sporting de Almería, un club modesto que lo presiden dos abogados y que milita en la Segunda Andaluza. Además, cuenta con una escuela de fútbol donde intenta enseñar sus aprendizajes. "Solo me queda el tercer nivel para ser entrenador profesional. Cada día se aprenden cosas nuevas. Todo ha evolucionado. Cuando jugaba no sabía ni la mitad de lo que sé ahora", valora, mientras lamenta que el deporte también se haya visto impactado por la COVID-19.
Aunque su experiencia en la Premier fue corta, apenas dos años en el Wigan, Crusat recuerda con cariño una anécdota con Royston Drenthe, el ex jugador del Real Madrid. "Él jugaba en el Everton y un día nos enfrentamos. Yo no lo recordaba. No tenía el pelo largo, llevaba dientes de oro... Y se me acercó cuando estábamos calentando para saludarme y para decirme que habíamos jugado juntos en España. Yo le dije que no, que nunca jugué con él, que no lo conocía. Luego ya me di cuenta de quien era... Aquel momento fue muy divertido, sobre todo para mis compañeros", relata, recordando sus batallitas que se resumen en 372 partidos y 59 goles en 12 temporadas de profesional.