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COPA DEL REY

Prieto Iglesias, el héroe de Copa

La rápida intervención del colegiado evitó que Adrián se tragase la lengua, después de quedar inconsciente en un lance del Teruel-Rayo. Este sábado la Federación Navarra desveló su historia.

Prieto Iglesias, pitando un partido.
CHEMA DIAZDIARIO AS

Dice la RAE que un héroe es aquella persona que realiza una acción muy abnegada en beneficio de una causa noble. De ahí que el colegiado Prieto Iglesias se haya convertido en el verdadero héroe de la Copa del Rey. La rápida intervención del árbitro, de 39 años, en el Teruel-Rayo evitó que Adrián Hernández se tragase la lengua cuando quedó inconsciente sobre el terreno de juego durante un lance del juego. Sus maniobras, hasta que pudo ser atendido por los servicios médicos franjirrojos y el fisioterapeuta local, resultaron fundamentales.

Esta historia se ha hecho pública apenas 48 horas después. La Federación Navarra ha relatado los hechos, dando así el reconocimiento que se merece a su vecino Eduardo Prieto Iglesias. Corría el minuto 60 del partido cuando Adrián chocaba con el guardameta vallecano Morro. Ambos cayeron al suelo, pero la peor parte se la llevaba el futbolista aragonés, que se quedó sin conocimiento sobre el verde. Los jugadores de los dos equipos pronto se dieron cuenta de la gravedad de la situación y llamaron la atención del colegiado.

El árbitro navarro detuvo el juego e inició unas maniobras para que Adrián no se ahogase con su propia lengua, puesto que "presentaba serias dificultades para respirar", tal y como narra el comunicado de la Federación. Su intervención se mantuvo hasta el momento en que los médicos llegaron a él. Así, poco a poco, el futbolista del Teruel recuperó la consciencia y pudo responder a preguntas como dónde estaba y qué encuentro disputaba.

Mientras la situación se calmaba, Prieto Iglesias fue informando a sus asistentes para que tranquilizasen a los banquillos, también asustados. Adrián se trasladó hasta el hospital más cercano a pie, dado que se encuentra a escasos 50 metros del estadio, y allí fue sometido a diferentes pruebas. Todo estaba bien y había quedado en un monumental susto. Es más, el jugador fue dado de alta y regresó al campo para ver el final del choque, en la prórroga.

Una vez acabado, Adrián pudo dar las gracias en persona a Prieto Iglesias y éste le regaló sus tarjetas, en un hermoso gesto. Y es que, esta vez, el árbitro no fue el villano sino el héroe de la historia...