Mujica evita un susto

La diferencia de categoría se vio en las áreas, con un Oviedo que no perdonó las que tuvo ante un Coria que le puso ganas y que se agarró a la eliminatoria con el balón parado como principal argumento. El 2-3 para los azules resume el músculo de los de Ziganda en el área rival, con Mujica, uno de los que no cuentan, en papel destacado.

Al Oviedo le costó cogerle el tono al partido. De primeras, el ánimo del Coria le hizo resistir cada posesión de los azules, que emplearon a su habitual equipo suplente con la salvedad de la pareja de centrales. Mujica y Viti avisaron de las intenciones del Oviedo antes de que el Coria diera primero. Chema le ganó la pelea a Christian y de esa ventaja logró una posición ideal para centrar, raso, al segundo palo. Iván Fernández remató a gol para delirio de la grada.

Tardó en reaccionar el Oviedo, al que le costaba hilvanar cada jugada. Pero cuando lo hizo fue contundente. Tras una buena jugada colectiva, minuto 40, Viti disparó raso y Galán no pudo hacer nada para evitar el tanto. No había asimilado el Coria el golpe cuando recibió el segundo. Fue un minuto después. Mujica remató a la red un servicio de Riki para darle la vuelta al encuentro. La sensación era que el equipo de superior categoría había impuesto su pegada.

Las fuerzas tienden a igualarse cuando hay jugadas a balón parado. Así se demostró a los 56 minutos, cuando Mahillo batió a Brazão de un cabezazo en un saque de esquina. El Oviedo encajó el golpe sin doblar las rodillas y trató de recuperar su ventaja con la pelota.

El premio llegó a los 76 minutos cuando Mujica, otra vez, remató con talento un centro de Viti desde la derecha para hacer el 2-3 y acabar con la admirable resistencia del Coria.