Un Schalke 04 en ruinas
El club alemán atraviesa un 2020 nefasto. Con la derrota de ayer ante el Leverkusen encadena 26 partidos de Bundesliga sin conocer la victoria.
Los pupilos de Manuel Baum cuentan los días para que se acabe el 2020. Un año que ha supuesto la ruina deportiva e institucional para un club acostumbrado a luchar por los puestos europeos e incluso ocupar el podio de la Bundesliga: fue segundo en la temporada 17/18. La entidad de Gelsenkirchen empezó el año con buen pie, venció al Mönchengladbach, pero ese triunfo significó el principio del fin. El Schalke está colapsado y parece que no hay nadie que pueda reanimarlo, ni siquiera Baum que llegó en verano tras la destitución de David Wagner. Con la derrota de ayer ante el Leverkusen, el Schalke encadena 26 partidos de Bundesliga sin conocer la victoria. Un dato demoledor que proyecta la imagen de un club roto en mil pedazos.
Al descalabro futbolístico se le suma una situación institucional igual de inestable o peor. La crisis del coronavirus ha sacudido con fuerza a un Schalke que ha tenido que abrocharse el cinturón. Se calcula que su deuda ronda los 200 millones de euros por lo que impuso un límite salarial que consistió en no pagar más de 2,5 millones de euros anuales a sus jugadores en el presente ejercicio. El panorama desolador forzó la dimisión de Clemens Tönnies, presidente del Consejo de Vigilancia, aturdido por un brote de más de 1.200 contagios que se originó en una de sus fábricas cárnicas y despreciado por los ultras del conjunto minero tras unas declaraciones racistas.
Sin un duro para gastar, el Schalke se nutrió este verano de incorporaciones a coste cero o de cesiones que, sin embargo, no han revertido la mala dinámica del equipo. El único suspiro que se ha podido dar el conjunto alemán esta campaña ha sido en la Deutsche Pokal, al imponerse frente al modesto Schweinfurt de la cuarta división alemana. El ánimo en el vestuario está por los suelos y Mark Uth expresó ese sentir en declaraciones a Sky Alemania tras claudicar contra el Wolsburgo hace dos jornadas."Estoy tan desanimado y enrabietado en este momento que podría ir al vestuario y llorar”, resumió el delantero alemán. Le quedan tres jornadas al Schalke para que finalice su horrendo 2020 con otra cara. Mientras tanto el equipo coquetea con el descenso, es el último al haber sumado tan solo tres puntos de 30 posibles, y planea con cada vez más fuerza el fantasma de un descenso que no se produce desde la temporada 87/88.