El finiquito dorado de Cannavaro
Su segunda etapa en el Guangzhou Evergrande puede acabar con un despido millonario para el italiano, que cobraría unos 24,7 millones de euros.
Nominado para el Balón de Oro Dream Team, en el puesto de central zurdo por su carrera entre 1992 y 2011 (compite contra Baresi, Bobby Moore, Beckenbauer, Passarella, Matthias Sammer, Marcel Desailly, Gaetano Scirea, Ronald Koeman y Sergio Ramos), Fabio Cannavaro siempre será recordado como el capitán y líder de la selección de Italia que se llevó el Mundial de 2006. Pero en la actualidad, como técnico, le está costando saborear el éxito. Su segunda etapa en el Guangzhou Evergrande puede acabar con un finiquito dorado para el italiano, que cobraría unos 24,7 millones de euros por los dos años de contrato que le quedan con el club chino.
Eliminado de la fase de grupos de la Liga de Campeones de la Confederación Asiática y sin el título de la Súper Liga China, Cannavaro acaba este 2020 en una situación delicada. La desconfianza que existe en torno al italiano es tal que los medios chinos advierten de que la llegada del veterano internacional Zheng Zhi, a través del dueño del club (Xu Jiayin), se trata de un movimiento indirecto para derrocar a Fabio Cannavaro (que firmó en 2017 como reemplazo de Luiz Filipe Scolari). El italiano aterrizó en el mejor equipo de China (campeón de la Champions en 2013 y 2015) después de una etapa histórica en el Tianjin, donde logró en dos años el ascenso a la Súper Liga y la clasificación para la Champions.
Fue tal el escaparate para Fabio Cannavaro en el Guangzhou que la Federación China le contrató como seleccionador en 2019, alternando su puesto de técnico también en el equipo chino, en sustitución de Marcelo Lippi. Duró sólo dos partidos (dos derrotas). Dimitió ante la imposibilidad de alternar los dos cargos. Ya estuvo en el ojo del huracán el año pasado, pero al final le salvó la conquista del título de Liga. Pero este año no ha corrido la misma suerte.
Según el periódico Yangcheng Evening News, ubicado en Guangzhou, los pecados capitales de Fabio fueron sus resultados: el peor entrenador desde que Evergrande Group entrara en el club en 2010 puesto que hasta la llegada del italiano, el Guangzhou siempre había ganado la Liga china. Lo que no le perdonan en la ciudad al sur de China es que en dos de sus tres temporadas el equipo haya acabado en segunda posición. La eliminación en la Champions Asiática, después de empatar ante el Suwon Samsung Bluewings, en el último encuentro de la fase de grupos, fue la gota que colmó la paciencia.
De momento, el italiano se encuentra en su país a la espera de noticias. En China especulan con un despido inminente. "Me gusta la mentalidad de Klopp y la cultura deportiva de Guardiola, siempre pone intensidad en sus equipos, con y sin balón", decía en una entrevista el exmadridista, que nunca ha ocultado su deseo de dirigir en Europa. Su carta de presentación, de momento, no es la más brillante. Pero al menos tiene el consuelo de un finiquito millonario y disfrutar de la saga familiar: uno de sus hijos juega en el Lazio y los otros dos en el Saussolo.