GRUPO F I B. DORTMUND 1-1 LAZIO
Mateu Lahoz priva del liderato a un Dortmund sin Haaland
El colegiado español pitó un penalti que no era, que le dio esperanza a la Lazio. Los locales acabaron pidiendo la hora. Hummels, roto. Guerreiro, tocado.
El Borussia Dortmund ya sabe que la vida también es posible sin Haaland, pero, también, que con Mateu Lahoz al silbato siempre es más complicada. El niño de oro de los negriamarillos, previsiblemente baja hasta 2021 por una lesión en el tendón de la corva, no pudo estar sobre el césped del Signal Iduna Park y su equipo tenía encarrilada la clasifiación a los octavos de final de la Champions como líder del grupo. Todo fue bien hasta que el colegiado español concedió una pena máxima al Lazio que no fue y que, incomprensiblemente, tampoco fue intervenida por el VAR. De esta manera, el empate a uno basta al BVB para sellar el billete a la próxima fase, pero el liderato tendrá que ganárselo la semana que viene en San Petersburgo.
Con Marco Reus de falso nueve ante la baja de Haaland, el Borussia saltó al terreno de juego con mucho ímpetu, pero sin encontrar al sustituto del noruego arriba. No creaban oportunidades los hombres de Favre, que vieron como el Lazio se acercaba tímidamente por medio del ex sevillista Correa. Fue entonces cuando los locales apretaron arriba, tuvieron la primera clara en las botas de Hazard y Reus y, finalmente, terminaron haciendo justicia en el marcador tras una buena combinación que materializó Guerreiro. El portugués hizo de Haaland cuando enganchó la entrega de Hazard.
Pero el Dortmund no sería el Dortmund si no ofreciera a sus rivales la oportunidad de volver a meterse en el partido. Salió anestesiado el BVB de vestuarios y volvió a ser aquel equipo blando en defensa que no le permite ser un rival a la altura del Bayern en la Bundesiga. El Lazio aceptó la invitación, Immobile avisó y, a la segunda, terminó poniendo las tablas en el luminoso desde los once metros tras un regalo de Mateu Lahoz. No hubo falta de Schulz a Milinkovic-Savic, más bien un piscinazo del serbio. No se lo creían los alemanes. Pero pudo ser peor. Estuvo cerca del naufragio el Borussia en los minutos finales y, además, vio cómo se rompió su capitán Hummels y Guerreiro tuvo que retirarse tocado.