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GIRONA 1-MIRANDÉS 0

Stuani reaparece, pero los abrazos son para Sylla

El Girona vence 1-0 a un Mirandés que, pese a ser muy superior en la segunda mitad, no aprovechó ninguna ocasión de gol. El charrúa volvió tras lesión.

Stuani, que regresó tras ocho partidos de baja por lesión y jugó 61 minutos, se llevó las miradas en el inicio del partido, pero fue Mamadou Sylla quien se erigió en protagonista y el que, al final, se llevó los abrazos. Muy merecidos porque se fajó y firmó el 1-0 que acabó con un Mirandés tan apasionado en sus acciones como fallón. El Girona vuelve a saborear el triunfo tras dos derrotas seguidas y mira hacia arriba en la clasificación.

Al Girona se le estaba acusando, y con razón, de falta de pegada en las últimas jornadas y Francisco no dudó en apostar por un equipo ofensivo. Situó en las bandas a Bárcenas y Samu Saiz y arriba a Sylla con Stuani. En los primeros minutos, funcionó porque se merodeó con insistencia el área del Mirandés, pero poco a poco fue perdiendo el balón y peso en el encuentro. Delante tenía un equipo osado y que estaba cómodo con la posesión, pero fallón. La salida de balón del bloque de José Alberto nunca acabó de ser limpia y, en el 30’, llegó el 1-0. Lo cierto es que el Girona supo esperar su ocasión para morder y lo hizo. Gumbau recogió el balón en el centro del campo, Monchu, que no necesitó más que un toque, pasó a Bárcenas y este se le dejó perfecto en la frontal a un Sylla que, con un gran derechazo, superó a Lizoain. Velocidad tras robo y pegada, justo lo que pidió Francisco a su bloque en la previa. El tanto sentó a la perfección a los locales que, con un juego directo, puso el miedo en el cuerpo de un Mirandés impreciso y que no logró inquietar a Juan Carlos en toda la primera mitad.

Tras el descanso, las apariciones de Meseguer, Moreno y Jiménez, especialmente la de este último, permitieron al Mirandés crear más peligro y en el 56’, Moreno tuvo una buena ocasión para empatar, pero Juan Carlos estuvo acertado. El portero, que estuvo portentoso, fue el mejor jugador del Girona en la segunda mitad porque desquició a Javi Muñoz y Jackson cada vez que le pusieron a prueba. Al final, las fuerzas no le llegaron al Mirandés y el Girona no sufrió en el añadido para cosechar un triunfo sufrido y balsámico.